Los cuatro trucos definitivos para recuperar el brillo y la luminosidad de tu piel tras el invierno
Descubre cómo devolverle a tu piel su esplendor natural después de los meses fríos

Mujer feliz con la cara brillante / Jonathan Knowles
Con la llegada de la primavera, es el momento perfecto para revitalizar nuestra piel y devolverle el brillo y la luminosidad que el invierno se llevó. Durante los meses fríos, la piel sufre debido a las bajas temperaturas y la falta de humedad, lo que provoca sequedad, descamación y una apariencia apagada. Pero no te preocupes, porque existen soluciones efectivas para contrarrestar estos efectos y recuperar una piel radiante.
Desde tratamientos profesionales hasta cuidados en casa, hay diversas formas de mejorar la apariencia de tu piel tras el invierno. La clave está en combinar técnicas que hidraten en profundidad, estimulen la regeneración celular y protejan la piel de futuros daños.
1. Limpieza facial profunda
El primer paso para recuperar la luminosidad de la piel es realizar una limpieza facial profunda. Durante el invierno, los poros tienden a obstruirse con mayor facilidad debido al frío y la falta de humedad, lo que favorece la aparición de puntos negros y granos. Una limpieza facial profunda ayuda a eliminar las impurezas acumuladas, reduce el engrosamiento de la epidermis y permite que la piel vuelva a respirar.
La doctora Leida Rojas, de Único Life Clinics, explica: "El frío provoca deshidratación y un engrosamiento de la piel, lo que la hace parecer más áspera y desigual. La limpieza facial profunda es fundamental para iniciar el proceso de recuperación de la piel tras el invierno". Este tratamiento puede realizarse una vez por semana o cada 15 días, dependiendo del estado de la piel, y es ideal para preparar el rostro para los siguientes pasos de cuidado.
2. Mesoterapia con vitaminas
La mesoterapia con vitaminas es una opción altamente efectiva para nutrir la piel desde el interior. Este tratamiento consiste en la aplicación de microinyecciones de ácido hialurónico y otros ingredientes revitalizantes directamente en la dermis. La mesoterapia ayuda a restaurar la hidratación, mejorar la elasticidad y devolver el brillo a la piel.
"Uno de los primeros signos de alerta de una piel afectada por el frío es la sensación de tirantez, la pérdida de brillo y la textura rugosa. La mesoterapia con vitaminas aporta los nutrientes necesarios para revitalizar la piel y favorecer su recuperación", señala la doctora Rojas. Se recomienda realizar una sesión cada 15 días, completando un ciclo de tres sesiones continuadas para obtener los mejores resultados.
3. Inductores de colágeno
A medida que envejecemos, la producción natural de colágeno y elastina disminuye, lo que provoca flacidez y arrugas. Los inductores de colágeno son tratamientos que estimulan la producción de esta proteína esencial, ayudando a recuperar la firmeza y la elasticidad de la piel. Estos tratamientos pueden aplicarse tanto en el rostro como en otras áreas del cuerpo, como brazos, abdomen o la cara interna de las piernas.
"Con los inductores de colágeno logramos recuperar la turgencia y la elasticidad de la piel, disminuyendo las líneas de expresión y restaurando la luminosidad", explica la doctora Rojas. La frecuencia de aplicación de estos tratamientos varía según las necesidades individuales de cada paciente, pero suelen recomendarse sesiones de radiofrecuencia o infiltraciones de colágeno según el caso.
4. Rutina de cuidado en casa
Además de los tratamientos profesionales, es fundamental mantener una rutina de cuidado en casa para asegurar una piel saludable y radiante. La clave está en la hidratación constante y la protección solar. La doctora Rojas recomienda el uso de un sérum hidratante, seguido de una crema hidratante y un protector solar SPF 50, que debe reaplicarse cada cuatro horas. Por la noche, la rutina sería similar, pero sin el protector solar.
"Una buena hidratación es esencial para mantener la piel en óptimas condiciones. Además, el protector solar ayuda a prevenir el daño causado por los rayos UV, que pueden afectar la piel incluso en los meses más fríos", concluye la doctora Rojas. Adoptar estos hábitos diarios es crucial para mantener los resultados de los tratamientos y proteger la piel de futuros daños.
Recuperar el brillo y la luminosidad de la piel tras el invierno es posible con los cuidados adecuados. La combinación de tratamientos profesionales, como la limpieza facial profunda, la mesoterapia con vitaminas y los inductores de colágeno, junto con una rutina de cuidado en casa, puede transformar la apariencia de la piel y devolverle su esplendor natural. Siguiendo estos cuatro trucos definitivos, podrás disfrutar de una piel radiante y saludable durante toda la primavera.