Descubren una peligrosa conexión entre la dieta de las mujeres embarazadas y el TDAH en niños
La dieta y la genética

Una mujer embarazada / Oscar Wong
Somos lo que comemos y un estudio realizado por la Facultad de Ciencias y Ciencias de la Vida de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) acaba de comprobarlo. Uno de sus impulsores, el médico e investigador David Horner, ha demostrado que existe una conexión entre la dieta occidental durante el embarazo y trastornos del desarrollo como el TDAH y el autismo en los niños.
Para llegar a esta conclusión, Horner y la Universidad de Copenhague analizaron a más de 60.000 parejas madre-hijo y gracias a esto comprobó que los metabolitos, pequeñas moléculas en nuestra sangre, aumentan el riesgo de desarrollar TDAH.
El descubrimiento de los investigadores daneses
Esto, a su vez, guardaba relación con la dieta que seguía la madre durante los meses de gestación, basada en azúcares y grasas. ¿Significa esto que las embarazadas no pueden caer en una pizza o hamburguesa? Para nada
Como explica Horner en un artículo publicado por el medio danés TV 2 Nyheder, los resultados de este estudio únicamente demuestras que hay una correlación entre lo que come con el aumento del riesgo de padecer TDAH del feto, pero no señala que sean estos alimentos grasos los que lo producen.
De hecho, el doctor anima a las embarazadas a que no se preocupen en exceso por su dieta, que la disfruten, pero también que sean precavidas. Asimismo, añade que las investigaciones muestran que la dieta juega un papel, especialmente en el primer y segundo trimestre del embarazo, porque el cerebro del feto es más susceptible durante ese período.
De cualquier forma, el estudio también señala otra posible vinculación: la genética. "Sabemos por investigaciones sobre estudios entre hermanos que hasta el 80 por ciento del autismo y el TDAH tienen causas genéticas, pero la nueva investigación se centra más en cómo el entorno afecta la genética", explica.