Adiós a la crisis de los 40: un estudio echa por tierra este mito sobre la extraña curva de la felicidad
La sociedad podría haber estado equivocada durante años

Mujer feliz / Morsa Images
Durante mucho tiempo, se ha creído que la felicidad sigue una trayectoria en forma de U a lo largo de la vida. Esta teoría sugiere que los niveles de felicidad son altos en la juventud, disminuyen en la mediana edad (la llamada "crisis de la mediana edad") y vuelven a aumentar en la vejez.
Sin embargo, investigaciones recientes del antropólogo Michael Gurven de la Universidad de California en Santa Bárbara han puesto en duda esta idea, mostrando que la curva de felicidad en forma de U no se cumple en todos los casos, especialmente en sociedades no industrializadas.
La teoría de la curva de felicidad en forma de U
La teoría de la curva de felicidad en forma de U es ampliamente aceptada en los países industrializados. Según esta teoría, la juventud se caracteriza por altos niveles de felicidad debido a la naturaleza despreocupada de esta etapa de la vida. A medida que las personas entran en la edad adulta, el estrés y la presión aumentan, lo que lleva a una disminución de la felicidad. Sin embargo, en la vejez, la satisfacción con la vida tiende a aumentar nuevamente, posiblemente debido a una mayor estabilidad, la aceptación de la propia vida y relaciones más maduras.
Para quienes viven en sociedades ricas e industrializadas, este patrón puede resultar familiar. La juventud despreocupada da paso a una adultez llena de responsabilidades y desafíos, seguida de una vejez más tranquila y satisfactoria. Este resurgimiento de la felicidad en la vejez puede deberse a diversos factores, como una mayor estabilidad financiera, la valoración de las experiencias de vida y relaciones más profundas y significativas.
La investigación de Michael Gurven
Sin embargo, según el antropólogo Michael Gurven, la forma de U de la felicidad no es tan fundamental para la humanidad como se suponía anteriormente. En un artículo publicado en la revista Science Advances, Gurven y un equipo de colaboradores internacionales muestran que en las sociedades no industrializadas, el bienestar subjetivo sigue patrones diferentes.
En muchos casos, la felicidad no sigue una trayectoria en forma de U, sino que puede ser más o menos plana o incluso una forma de U invertida, donde la felicidad aumenta en la mediana edad y luego disminuye en la vejez.
Gurven y su equipo realizaron estudios en diversas poblaciones no industrializadas, incluyendo cazadores-recolectores y agricultores. Sus investigaciones revelaron que en estas sociedades, el bienestar subjetivo a menudo disminuye en la vejez debido al deterioro físico y a la reducción de los roles sociales. En contraste con las sociedades industrializadas, donde existen redes de seguridad social y ocupaciones menos dependientes de la capacidad física, las sociedades rurales dependen en gran medida de la salud física para mantener su bienestar.
Implicaciones para la salud global
Comprender la variabilidad del bienestar subjetivo en la humanidad es crucial, especialmente a medida que la población mundial envejece. Si se tiene una idea preconcebida de que la felicidad seguirá una trayectoria determinada y resulta ser errónea en muchos lugares, esto tiene grandes implicaciones para la salud global y para el cuidado de las necesidades de los mayores en todo el mundo,
La investigación de Gurven destaca la importancia de considerar la diversidad cultural y ecológica al estudiar la psicología humana. Hace más de una década, se identificó el problema WEIRD (Western, Educated, Industrialized, Rich, and Democratic), que señala que la mayoría de los estudios en ciencias sociales se basan en muestras limitadas de poblaciones urbanas y ricas. Esto puede llevar a conclusiones erróneas sobre la naturaleza humana.
El papel de la salud física en la felicidad
En las sociedades no industrializadas, la salud física juega un papel crucial en el bienestar subjetivo. Las personas en estas sociedades dependen de sus cuerpos para generar ingresos y proporcionar alimentos y servicios a sus familias y comunidades. A medida que envejecen y su salud física se deteriora, su capacidad para cumplir con estos roles disminuye, lo que puede llevar a una disminución de la felicidad.
En contraste, las sociedades industrializadas del Norte Global han institucionalizado redes de seguridad social, como el seguro de salud y la jubilación formal, que ayudan a las personas a superar algunos de los desafíos del envejecimiento físico. Estas adaptaciones permiten a las personas mantener su bienestar a pesar del deterioro físico.