Raquel Arias recibe su ansiada visita en ‘Supervivientes’ con susto incorporado
La madre de la concursante vuela hasta Honduras para estar con ella
Raquel Arias se convirtió en la última expulsada, pero lejos de volver a España, se convirtió en la concursante secreta. Carlos Sobera le explicó que tenía que quedarse a vivir a 15 metros del resto de compañeros, pero camuflada. Si lograba llegar al jueves sin ser descubierta, podría batirse en un nuevo duelo con el expulsado de la semana y, a través de un voto exprés, tener todavía la posibilidad de continuar en el programa. Ahora que Manuel Cortés ha tenido que abandonar Supervivientes, veremos si se queda o se produce esa expulsión.
De momento, este domingo en Conexión Honduras ha recibido lo que tanto ansiaba, la visita de su familiar. Ha sido la última en recibirla. Ya dijo su madre que le costaría superar su fobia a volar, pero ahí estaba para poder abrazarla.
Una vez supo que todo estaba bien y que no había pasado nada en casa para que se retrasara su visita, dejó claro que estaba feliz y que quería llegar hasta la final. Asegura que ahora que está sola, “estoy todo el día pensando en comer, echo mucho de menos la tortilla de patata”.
Pequeño susto (o grande)
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Cuando empezaba a preguntarle por las cosas de casa, llegó el momento de hablar de Moe, su perro. “Ahí tengo que decirte una cosa, Raquel porque a Moe no te lo vamos a poder volver a dar”, le decía su madre para susto de la concursante que se puso en lo peor.
“Ya nos lo quedamos”, terminó la madre para relax de Raquel que se había llevado un buen susto pensando que le había pasado algo malo a su perro. “Qué susto, mamá, casi me da algo, que estaba ya preocupada, pensaba que me iba a dar algo”, le decía ya aliviada.
Pero su madre le aseguró que estaba perfectamente y que la espera en la puerta. El resto de la familia, bien también. Y pese a que Raquel le cuesta mucho hablar de sentimientos, dejó bien claro que quería mucho a sus padres y a su hermana.
Veremos qué pasa con ella esta semana.