Mercedes Ron, a punto de estrenar la peli de ‘Culpa mía’, nos habla de su nueva historia de amor en Bali
Abre el debate sobre las relaciones tóxicas en la literatura
Mercedes Ron se ha convertido en una de las voces imprescindibles de la literatura romántica en nuestro país. Su saga Culpables enamoró a cientos de miles de personas que ahora esperan con ganas el estreno de la película. Pero antes, nos ha regalado nueva novela, 30 sunsets para enamorarte, la primera entrega de la saga Bali.
Nikki vive feliz en su isla, trabajando para sobrevivir y para poder cuidar de los perros que tanto ama. Un día llega Alex que escapa con su amigo de Londres para librarse de los problemas que se le acumulan.
Un mes de desconexión en el que no esperaba enamorarse, pero ocurre. Eso sí, ambos saben que esa relación tiene fecha de caducidad, la de la vuelta a casa tras las vacaciones. Pero un misterio familiar cambia las cosas.
Una vez más, Ron nos conquista con sus historias de amor mezcladas con una intriga que nos mantiene en vilo y nos sumerge en la magia de una isla tan especial como es Bali con la que ella mantiene una relación muy especial.
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Bienvenidos los bloqueos del escritor cuando el resultado es una saga como esta, ¿no?
Con este no me bloqueé tanto, de hecho, tuve que frenar otro que no fluía, no fluía, y este lo tenía como super en la cabeza y los editores me dejaron y en tres o cuatro meses estaba escrito.
Así que hay otro libro por ahí que no acaba de salir…
Está ahí, de hecho, fue mi primer libro. Era una reescritura y pensé que iba a ser más fácil que empezar de cero, pero es más complicado. No sé qué voy a hacer porque es una trilogía, tengo los dos primeros terminados y supongo que en algún momento… dejarlos ahí me da pena.
Has escrito ya once novelas... ¿se acaba cogiendo el tranquillo?
Sí. Una vez me dijeron que mucha gente puede empezar un libro, pero muy poca gente lo termina y es total. Yo con Aleación que fue mi primer libro tardé un montón, años, y cuando lo terminas es como, vale, eres capaz de terminar un libro y cuando tienes esa seguridad, es mucho más fácil y más cuando ya van tantos.
En los agradecimientos hablas de la salud mental y pedir ayuda cuando hace falta, ¿qué te aportó?
Es complicado, sobre todo, cuando llega un nivel de ventas que es genial, porque no hay mejor noticia que te digan que has llegado al millón de ejemplares vendidos, pero va totalmente ligado a una presión automática que, por lo menos a mí se me pone, de wow, hay un montón de lectores que me han leído y tengo que sacar un libro que guste. Lo mejor, aislarte. Estamos tan conectados y sabemos la opinión de todo el mundo tan rápidamente… antes sacabas un libro y a no ser en las firmas, nada y normalmente quien va a las firmas es porque le gustas. Y hoy en día, la gente es muy valiente detrás de una pantalla a la hora de poner una crítica. Lo mejor es quitarte todo. Yo me quité todo, me fui a Bali y dije, ‘adiós mundo, me voy a centrar en leer y en escribir porque para mí va totalmente de la mano’ y fluyó.
O sea, que la has escrito en Bali.
Sí, prácticamente, de hecho, ahora me fui otra vez tres semanas porque estoy escribiendo la segunda parte y necesitaba esa conexión tan sana que para mí fue Bali. Es naturaleza pura, no es ni maquillaje, iba descalza y ni me peinaba. Bikini, pantalón corto y a disfrutar de la naturaleza, del ruido de los pajaritos y de tomar una cerveza mirando un atardecer. Por eso se llama así el libro, para mí era como el momento especial de quedar con el grupito de amigos en la playa, tomando una cervecita y mirando el atardecer. Y al final eso es lo importante y no como ahora que vamos con tanta prisa. Al final es tanto estímulo constante que la mente no para, es terrible. Llegó un momento con la segunda parte que dije, ‘vete porque es lo que tienes que hacer, es tu trabajo’. Me fui y le he pegado un adelanto increíble y super bien.
¿Cuál fue tu primera vez en Bali?
La primera vez estuve en pandemia cuatro meses. Yo me fui dos días antes de que se declarara el estado de alarma aquí en España. Me iba como de escape. En ese momento en mi vida me estaban pasando muchas cosas y necesitaba huir. Iba huyendo de todo y coincidió con todo lo que estaba pasando con el covid y mi madre, al principio, fue como ‘no os vayáis’ y terminó diciendo, ‘no volváis, quedaos allí’. Yo me iba tres semanas y cerraron todo y no podíamos volver y tuve la suerte de que me quedé en una islita de Bali y todos los turistas se fueron, se quedó mucha gente y fue paz y explorar todas las cosas que yo siempre había querido explorar como el yoga, el submarinismo, el surf, todo. Podíamos hacer vida, controlado, pero nada que ver. Pudimos seguir haciendo vida normal.
Ahora entiendo lo de la familia de Bali en tus agradecimientos.
Fueron cuatro meses y coincidí con gente increíble. Una pareja de argentinos y una chica holandesa. Conocí también mucho a la gente de allí. El grupo de amigos eran todos de fuera, nos quedamos todos sin poder volver.
¿La idea que tenías de Bali coincide con el Bali que te encontraste?
Es distinto. Aprendí a conocerlo bien desde dentro. Hay un choque cultural muy grande y no me lo esperaba. Tenía la idea errónea de que es todo paraíso y no es todo así. Pero me enamoré de la cultura hinduista que hay en Balli, las ofrendas, no hacer el mal, es gente muy pacífica, un amor. Para mí Bali es paz. Hay que ir con tiempo para descubrir lo que es ese lugar y aprender a quererlo.
Es verdad que hay un contraste de culturas que tú has querido reflejar en tu libro.
Es lo que quería, dejar claro que no solamente son playas paradisíacas y mojito en la arena. La gente allí es feliz. Sí es verdad que lo pasaron mal en la pandemia porque viven del turismo, pero la gente es feliz con muy poco y quise transmitirlo en la protagonista femenina y aprender de eso. Aquí estamos en la constante búsqueda de la felicidad inalcanzable y llenarnos de cosas materiales que al final no aportan nada y aprendí de lo felices que son con muy poco.
También dos formas de ver el sexo, a algún zeta le habrá extrañado lo de Nikki.
Sí, es que al final tenía que ser muy fiel a la realidad. Tuve la oportunidad de hablar con varios locales y preguntar y lo que me contaron es que todo va muy ligado al amor verdadero, esta idea en la que ya no creemos tanto. Yo soy más de pensar que el amor es muy efímero y que puedes enamorarte de muchas personas en tu vida. Y allí es más como una persona con la que tienes relaciones. Y Nikki está un poco en medio porque sus amigos son occidentales, pero su cultura es de allí y tiene esa lucha interna. Pero me gusta porque ella, al final, es fiel a lo que siente. No se deja llevar por ningún ideal.
Nos traes una historia de amor que empieza con fecha de caducidad, ¿todavía puede haber alguien que piense que esas cosas pueden funcionar?
Quería llevarlo un poco a eso del amor del verano. Yo no lo he tenido nunca, si te soy sincera, pero cuando me lo han contado amigas, es como muy intenso porque sabes que se va a acabar. En la segunda parte es un poco esa cosa de desencantarte de lo que creías que era ese amor de verano que es una burbuja. El libro se llama 10.000 millas para encontrarte, la segunda parte, y ahí te doy una pista.
Estabas hablando de esto de vivir una burbuja y me estaban viniendo a la cabeza realities tipo La isla de las tentaciones que, al final, son también burbujas.
Sí, sí, total.
Otro amor que está muy presente es el amor por los animales, ¿es tuyo?
Lo viví, es una de las cosas que más me hizo sufrir en Bali. Hay muchos perros abandonados. Son perros muy libres porque al fin y al cabo van, vienen, pero a mí me chocó mucho porque yo estoy acostumbrada a lo que es un perro en casa que lo cuidas, lo sacas y lo das de comer. En pandemia mucha gente se fue y perros que estaban cuidados por turistas que vivían allí, se quedaron solos. Batú es real, existe y me eligió a mí y fue mi perro durante cuatro meses. A día de hoy sé dónde está. Me costó mucho dejarlo, fue lo más duro para mí. Ese barco que se alejaba y Batú mirándome desde la arena… No se pueden sacar, y, además, ese perro nunca sería feliz en un lugar como Madrid. Van y vienen y hacen lo que quieren. Si intenté bañarlo allí y fue imposible. Están libres, pero necesitan el cariño de los humanos.
Sin desvelar la situación de Nate, el amigo de Alex, ¿crees que si te vieras en una situación similar podrías seguir luchando por un amor así?
Es complicado. Ahora se habla mucho del amor tóxico. Para mí la relación de Maggie y Nate es muy tóxica y es difícil. Hay que dejarse guiar por el corazón teniendo muy en cuenta también la mente. Pero yo soy una romántica empedernida, así que, yo que te voy a decir.
Te preguntaba por esta relación porque era algo que se veía mucho en la literatura romántica y ahora se huye de esa toxicidad de las relaciones, pero tú la recuperas.
Todavía estoy con la segunda parte y estoy barajando qué va a pasar entre ellos dos, pero, aunque queramos huir de la toxicidad en una relación, yo creo que se va a seguir dando, es imposible eliminar la toxicidad completamente porque el ser humano, para mí, siempre va a tener algo de tóxico. No somos buenos por naturaleza el cien por cien, sería algo irreal que todas las relaciones que se mostrasen en la literatura fueran totalmente perfectas, es irreal. Al igual que Alex y Nikki tienen una relación muy bonita, pero es una burbuja porque los problemas vienen luego, pero también quería dejar patente que hay otro tipo de relaciones, en este caso la de Maggie y Nate. ¿Dónde van a terminar? Todavía no lo sé. El otro día estaba escribiendo una parte, te hago spoiler, de Maggie hablando con Nikki donde Maggie defendía lo que sentía por Nate y lo que sentía por él podía más que todo lo demás y estaba cansada de sentirse juzgada por todo el mundo y ella quería seguir su corazón. Y tenemos a Nikki que le decía que eso no es amor porque el amor no te tiene que hacer sufrir. Y esa es la realidad y creo que es una conversación muy realista y no sé cómo va a terminar porque estoy un poco entre lo que la gente quiere que escriba y a lo mejor lo que yo haría sin temor a opiniones.
Con lo rápido que se juzga ahora.
Sobre todo, para los autores que escribimos romántica que se nos exige mucho escribir una historia de amor perfecta, a mí me cuesta porque no me parece real. No quiere decir que todas las relaciones tengan que ser tóxicas, o que haya que permitir ciertas cosas. Se puede aprender y una relación evoluciona. Tengo pareja y hay cosas que tenemos que trabajar porque no van bien y yo las analizo y a lo mejor son tóxicas y a lo mejor mi pareja sabe que es tóxico. Lo importante es reconocer que hay algo mal y trabajarlo.
Hay muchos secretos y misterios, ¿para que no digan que es solo una historia de amor?
Yo en todas mis historias intento meter algo de drama, misterio porque me gusta poner a mis personajes en peligro. Me viene un poco de toda la fantasía que leí siendo adolescente que, al final, era romántica con fantasía que pasaba de todo y me encantaba. Y creo que eso me identifica como autora, creo que soy de las pocas que le mete a la romántica una subtrama con intriga, con acción. En el tráiler de Culpa mía y es muy guay toda la acción que tiene y creo que ahora en romántica toda esa acción no se ve tanto. Puede atraer a los dos públicos. Soy incapaz de escribir solo una historia de amor, no me sale.
Lo que no hay es música, nada de nada de música.
¿Sabes por qué? Porque estoy en un bloqueo musical muy grande. ¿Nunca te ha pasado que la música te ha llevado a lugares bastante oscuros y recuerdos feos? Me pasó en los últimos años. o era una loca, estaba todo el día con música, conciertos. Dejé incluso de cantar.
Por eso me extrañó tanto, porque tú te planteaste incluso ser cantante, ¿qué ha pasado?
No lo sé, son épocas, supongo, igual que también existe el bloqueo lector donde no hay nada que te enganche o te guste, no estás mentalmente para esto, la música la tengo muy pausada. De hecho, para escribir, me ponía el sonido del océano, pajaritos, mar… no sé qué está pasando
Vamos que, si te pidiera el título de un tema central para esta novela, no te saldría.
No. Igual que Culpa Mía surgió de la canción de Taylor Swift, para esta no sabría decirte ninguna. No me ha inspirado ninguna canción y me pone triste porque quiero volver a sentir. Siempre he estado muy ligada a la música. Pero no me fuerzo. Son momentos en la vida.
Hablabas de Culpa Mía que está a punto de estrenarse la película, ¿cómo has vivido esta experiencia?
Muy guay, era un sueño. La última vez que hablamos estaba la posibilidad de sacar algo y, por fin, porque llevo hablando mucho tiempo porque se vendieron los derechos hace cuatro años y he aprendido un montón de proceso. Me lo he pasado guay. Es difícil dar tu libro y que lo adapten, es complicado. Pero he aprendido que hay que confiar en el equipo y ceder. Es como cuando dejas a tu hijo en una guardería. He aprendido mucho y estoy muy contenta con el resultado, no estaría hablando así, si fuera de otra manera porque defender algo en lo que no crees es muy difícil. Pero no, creo que va a gustar mucho y te juro que iba muy asustado, la he visto una vez. Un 9 sobre 10. La esencia está y es muy entretenida de ver.
¿Ya estás trabajando en la siguiente?
No sé nada. Creo que estamos esperando a ver cómo va la primera, que estoy segura de que va a ir muy bien, pero la idea es sacar las tres.
Y Culpa Mía también en inglés.
Ese es otro de mis sueños vitales. La típica lista que tenemos. Llevaba tantos años luchando por eso. Era como ‘tiene que salir en inglés, tiene que salir en inglés’ y cuando me dieron la noticia era como, ‘Dios, no puede ser’. Es tan difícil. Yo pensaba que no, pero me dijeron que el habla inglesa es lo más difícil de vender, porque tienen tanto contenido que no les interesa traducir, pero mi editora de Estados Unidos se enamoró del libro, se lo leyó con el google translator y se enganchó tanto en la historia y confía tanto en Culpables, que estoy muy contenta.
Son ya unos años de Culpa Mía y todo sigue girando alrededor de esta saga, ¿no te satura?
Se sigue hablando mucho de Culpables, porque salió hace cinco años y sigue teniendo tanto éxito que obviamente estoy feliz. Es como mi bebé, mi primer hijo, le tengo mucho cariño. Es la saga que más he podido disfrutar escribiendo porque no publicaba todavía y tenía todo el tiempo del mundo para escribir, corregir, cambiar. son los libros más gordos que he escrito y son los personajes que mejor conocemos y lo que más han evolucionado. Para mí es el ejemplo claro de que una relación tóxica puede terminar siendo sana si se trabaja y si se quiere. Así que, no, no me canso.
Con el romanticismo que le pones a tus novelas, uno imagina que tu boda será de ensueño, ¿suben las expectativas cuando una escribe de amor como tú?
Todo el mundo dice lo mismo, es una presión. Ahora mismo lo tengo como muy parado. Me caso el 8 de junio del año que viene y coincide con fechas muy importantes para mí. El 8 de junio salió Culpa mía, hace cinco años y el 8 de junio se estrena la película y cuando me dijeron que quedaba solo esa fecha en junio. Bueno, era el 8 o el 1 que es mi cumpleaños. La tengo parada, que mi novio está un poco enfadado conmigo porque dice que hay que elegir cosas porque por lo visto hay que empezar un año antes porque si no, te quedas sin nada. Le he dicho que en junio entrego la segunda parte de libro y después ya nos ponemos.
¿Y os casáis aquí o en Bali?
En Sevilla. A Bali volveré siempre, para mí es mi lugar de desconexión. Amo la isla y, aparte, ya conozco a la gente, el lugar y es tan pequeñita que puedes ir en moto sin problema de tener un accidente. Muy contenta. Igual que quiero ir a Nueva York porque escribí Enfrentados en Nueva York. Siempre quise vivir lo opuesto, lo que es una gran ciudad y una isla, pero Nueva York todavía se me resiste, no he vuelto todavía.
Y si tuvieras que elegir una de las dos, ¿con cuál te quedabas?
Las dos tienen algo muy bonito, pero Bali, la gente de allí vive mucho más feliz.
Tu chico, ¿qué ha dicho de la novela?
Todavía no se la ha terminado, lo mato, terrible. El otro día nos fuimos de escapadita porque sabía que se me venía toda la promo encima y nos fuimos a un hotelito el último puente y él no lee mucho, es una lucha que tengo con él, y lo empezó y en dos días iba por más de la mitad y si no le hubiera gustado, no lo habría leído. Así que, le estaba gustando mucho.
Hablando de opiniones, Ariana Godoy comenta muchas de tus publicaciones, ¿qué relación tenéis y qué te ha parecido su última novela?
Ari es un amor, tuvo la oportunidad de conocerla en Nueva York, en la convención de Wattpad. Le tengo mucho cariño, hemos coincidido solo en esa ocasión, pero hablamos de vez en cuando y muy contenta de cómo le está yendo. Ahora también sale su película, A través del mar.
Nos dejas al final con un montón de bombazos, ¿cuánto nos vas a hacer esperar?
Espero que poco, la idea es que salga después del verano.
¿Y es biología, trilogía?
Son dos partes. Trilogías, no me da la vida. Podría si la gente aceptara los tiempos, pero como hoy en día es todo ya, ya, ya.
Ya para acabar, ¿qué podemos esperar?
Se vienen más conflictos, nos alejamos del paraíso que fue Bali y nos vamos al caos de una ciudad tan grande como es Londres y el choque cultural que va a vivir Nikki estando allí y, sobre todo, el Alex que se va a encontrar allí que no va a ser el mismo que conoció en Bali.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...