Muere el hijo monje del actor Paco Martínez Soria

Puede que al ver ciertos titulares o menciones en Twitter pueda llevar a equivocación tras conocer la muerte de Paco Martínez Soria. No se trata del actor y empresario de teatro (que falleció en 1982), sino de uno de sus hijos, Francisco, tras una enfermedad.

El fallecido, que llevaba años retirado de la vida cotidiana tras consagrar su vida como monje, ha muerto a los 88 año de edad. Ha sido el monasterio de Santa Maria de Poblet, donde él ha residía, quien ha dado a conocer la noticia a través de un comunicado.

De acuerdo con la nota, el hijo Paco Martínez Soria murió el pasado 7 de enero de este 2023 a las 21:00 horas de la noche en el Hospital Joan XXIII de Tarragona y apuntan a que la causa de su muerte ha sido por una enfermedad y han destacado sus labores en el monasterio.

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"En el monasterio ha sido sacristán, responsable de la tienda de recuerdos, refectorio, hospedador, y, antes de jubilarse, responsable de la lavandería. De su estancia en la enfermería del monasterio, en los últimos años de su vida, debemos destacar su disponibilidad para ayudar en lo que podía los demás enfermos, sea velándolos, sea acompañándolos espiritualmente", reza el comunicado.

Asimismo, han querido destacar su "carácter abierto y jovial" y su "fidelidad" en su compromiso religioso, así como por su "capacidad de establecer vínculos y de conectar con las personas". "Conocía a mucha gente y le conocía mucha gente. Se esforzaba por limar las asperezas de su temperamento fuerte, y cabe decir que poseía una calidad muy buena: sabía ver y poner de relieve las cosas positivas de los demás", agregan.

Su vocación religiosa

También han querido recordar que aunque Martínez-Soria no era su verdadero apellido, fue su padre, el actor, quien quiso cambiárselo para no perder su legado. Ya a la temprana edad de 21 años, Francisco decidió dejar de lado sus estudios de farmacia para formar parte de los noviciados de los escolapios en Moià.

En 1962 pasó a ser ordenado presbítero en la ciudad de Salamanca y, tiempo después, tomó la decisión de convertirse en monje, hasta que se puso el hábito allá por 1991 para, solo unos años después, convertirse en monje cisterciense en Poblet.