Cormac McCarthy, el autor de ‘La carretera’, regresa 16 años después con dos nuevas novelas
El que fuera el Pulitzer de 2007 trae una nueva historia apasionante
“Cuando en una entrevista me preguntaron quién creía yo que merecía el Premio Nobel, respondí sin vacilar 'Cormac McCarthy'”. Son palabras de Javier Marías que tiene claro el talento literario del autor de La Carretera, la novela con la que ganó el Pulitzer en 2007 y que tuvo adaptación audiovisual con Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee como protagonistas.
Ahora, 16 años después, vuelve con dos novelas que en Estados Unidos han sido publicadas por separado, pero que en España se lanzan en un mismo volumen este 10 de noviembre: El pasajero y Stella Maris.
Posiblemente no veamos al autor hablar de sus nuevos trabajos porque a lo largo de su vida ha concedido apenas cuatro entrevistas y se ha mostrado reticente a mostrarse en público.
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Hemos querido desarrollar siete claves para acercarse con algo de conocimiento previo a este nuevo trabajo.
#1. Con interés en la ciencia
McCarthy lleva tiempo ligado a la ciencia, de hecho, su despacho está en un centro de investigación multidisciplinar volcado en el estudio de sistemas complejos adaptativos que fue fundado por el Premio Nobel de Física Murray Gell-Mann. Un espacio que evidencia su interés por la física y las matemáticas. Algo que se ha visto trasladado a sus trabajos.
#2. Dos hermanos: Bobby y Alicia
Estas dos nuevas novelas, ambientadas con ocho años de diferencia, narran la gran historia de los hermanos Bobby y Alicia Western, unidos por la sombra de un padre maldito, la pasión por la ciencia y un amor que va más allá de lo fraternal (y, por tanto, a refrenar para no caer en el incesto).
#3. Vigilancia, conspiración y paranoia
Cormac McCarthy profundiza en uno de los temas más significativos de la literatura americana contemporánea como es la indefensión del individuo ante fuerzas ocultas de difícil discernimiento que operan en las sombras. Bajo la superficie y los relatos oficiales, grupos de poder mueven los hilos y controlan nuestros menores movimientos impelidos por intereses oscuros, lo cual dispara las teorías extrañas y la sensación de amenaza.
#4. La bomba atómica
El padre de los protagonistas es un físico involucrado en el Proyecto Manhattan, testigo presencial del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima. Una tragedia que cobra más relevancia en unos tiempos donde se vuelve a poner sobre la mesa una posible guerra nuclear.
Aquí, la bomba atómica es analizada bajo diversos prismas: las justificaciones y la culpa que su explosión causó, las cuestiones morales derivadas, el peaje sobre las vidas de los científicos implicados, lo que reveló acerca del ser humano, su eco sobre nuestros días...
#5. La salud mental
En unos tiempos en que la salud mental ha tomado tanta relevancia, el autor, no la obvia e indaga en cómo la inestabilidad mental afecta a nuestra percepción de la realidad y al sentido de la existencia.
Alice ingresa voluntariamente en un centro psiquiátrico y es proclive a alucinaciones. Uno de los interrogantes que planea sobre las dos novelas es si estamos solos o hay alguna fuerza superior dirigiendo nuestros pasos y confiriéndoles dirección.
#6. El pasajero
La primera de las novelas nos lleva a 1980, Mississippi. Bobby Western se sumerge en el mar del golfo de México con su traje de neopreno e ilumina el avión hundido con la linterna de buceo: nueve cuerpos con el cinturón de seguridad aún abrochado. Faltan la caja negra y el décimo pasajero. Al poco tiempo, su compañero en la misión aparece muerto. Testigo colateral de extrañas e indescifrables maquinaciones que pondrán patas arriba su existencia desde el momento que hombres con placa comenzarán a interrogarlo y vigilarlo.
Bobby se ve conducido a una vida nómada y paranoica, aunque de lo único que nunca podrá escapar es del fantasma de su padre ni del recuerdo de la trágica figura de su hermana.
#7. Stella Maris
En la segunda novela, retrocedemos ocho años, a 1972, Wisconsin. Alicia Western, de veinte años, ingresa por voluntad propia en un hospital psiquiátrico llevando cuarenta mil dólares en una bolsa de plástico. Doctorada en Matemáticas, a Alicia le han diagnosticado esquizofrenia paranoide, sufre de alucinaciones en las que se le presentan unos extraños personajes que parecen salidos de un vodevil y está bajo vigilancia por riesgo de suicidio.
Durante largas e intrincadas conversaciones con su terapeuta, debatirá sobre la naturaleza de la locura y la intersección entre la física y la filosofía, repasará su atribulada vida y se negará a extenderse sobre la figura de su hermano, al que cree muerto tras sufrir un aparatoso accidente automovilístico.