iQOO muestra sus iQOO 10 y 10 Pro con la carga más rápida del sector.
Con carga de 200W, la compañía china le gana la partida a Xiaomi.
Tras días de calentamiento, iQOO ha dado oficialidad a su segunda mitad de flagships de la serie 10, con su modelo estándar y variante Pro.
Empezando por el iQOO 10 Pro, que tiene una pantalla AMOLED Samsung E5 de 6.78 pulgadas, resolución de 3200x1440 píxeles y refresco de 120Hz. El brillo llega hasta los 1000 nits, soporta LTPO 3.0 para los cambios adaptativos de refresco y el 100% de la gama de colores P3.
Tiene un lector de huellas 3D ultrasónico, con un área de reconocimiento de 578mm², con desbloqueo en 0.2 segundos, además de desbloquear con la mano mojada. En cuanto a cámaras, viene equipado con tres traseras, que son las siguientes:
Un sensor principal Samsung GN5 de 50MP con apertura f/1.88 y tamaño 1/1.57″. Una lente gran angular Samsung JN1 de 50MP y apertura f/2.27 y tamaño 1/2.76″ con 150 grados de campo de visión.
Para acabar tenemos una lente telefoto para retratos de 14.6MP con apertura f/2.2 y tamaño 1/3.1″, con 34 grados de campo de visión. Las dos lentes de 50MP están equipadas con el último chip V1+ de Vivo, que brinda mejores efectos a las fotos y videos. La lente frontal para selfies es de 16MP y apertura f/2.45.
El procesador es un Snapdragon 8+ Gen1 con memoria LPDDR5 de 6400Mbps y almacenamiento UFS 3.1, con hasta 512GB. El iQOO 10 Pro es el primer teléfono con 200W de carga, para una capacidad de 4.700mAh, y la compañía asegura que carga de 0 a 100% en solo 10 minutos. El cargador es más pequeño que algunos de 120W y viene en la caja, buen detalle.
Sale con Android 12 de serie y la capa OriginOS Ocean, y los precios van desde los 725 euros para la versión de 8/256GB hasta los 870 euros para la de 12/512GB (siempre con el cambio actual del yuan chino).
El modelo base es muy parecido al Pro en diseño. La pantalla es un panel Samsung E5 de 6.78 pulgadas y resolución 2400x1080, soporte para refresco de 60Hz, 90Hz y 120Hz ajustables, y tiene un brillo máximo de 1500 nits.
Las cámaras traseras son también tres, con un sensor Samsung GN5 de 50MP como principal, más un gran angular macro con autoenfoque de 13MP y 120 grados de campo de visión, y un teleobjetivo de 12MP y zoom de 2x. La frontal es de 16MP y apertura f/2.45.
El procesador del modelo estándar también es un Snapdragon 8+ Gen1, y la batería es de 4.700mAh como su hermano mayor, pero la carga llega “solo” hasta los 120W, que no es poco. Los precios van desde los 580 euros del modelo 8/256GB hasta los 682 para el de 12/512GB.