‘Supervivientes’: dos nuevos nominados buscan seguir en el programa para encarar la recta final
Los concursantes tienen claro quién merece tener un puesto en la final
Podemos decir que Supervivientes ya está encarando su recta final y, a medida que se acerca este momento, los concursantes parecen tener cada vez más claro quién merece (desde su punto de vista) quedarse una semana más para poder optar a ganar el programa o, al menos, ser finalista.
Para ello, deben enfrentarse a las nominaciones, un trámite necesario que irremediablemente siempre se hace duro. Esta vez, han sido de las más complicadas de la edición. Nacho Palau fue el nominado del grupo, por lo que Marta Peñate e Ignacio de Borbón, que consideran férreamente que Alejandro Nieto se merece un puesto en la final, eligieron por unanimidad a Anabel Pantoja que, junto al ex de Miguel Bosé, debe enfrentarse a la expulsión de la isla.
Por lo tanto, la audiencia ahora debe decidir entre salvar a Nacho o a Anabel, quien confesó que ya se sentía ganadora con estar allí con sus compañeros. "Nos tenemos que ir [todos]", dijo intentando quitar hierro al asunto. Y es que Marta admitió sentirse "rastrera" por señalar a su compañera justo en el día de su cumpleaños.
Anabel Pantoja cumple 36 años en Palapa
La concursante y sobrina de la tonadillera celebró su cumpleaños de una manera muy especial y muy diferente a la habitual. Esta fecha tan señalada para ella le ha pillado en Honduras, donde ha tenido que enfrentarse a diversas pruebas y ha tenido que llevar su mente y cuerpo al límite.
Después de la expulsión de Ana Luque, Carlos Sobera tenía algo muy importante que decirle. Algo que le animaría tras la marcha de su mejor amiga en la isla. "En España son las 00:00 horas de la noche, lo cuál quiere decir que: Felicidades, Anabel, feliz cumpleaños", le deseaba el presentador, y sus compañeros rápidamente corrían a abrazarla y a cantarle el Cumpleaños Feliz.
La audiencia, que decidió que los concursantes pudieran celebrar la fiesta de cumpleaños, pudo ser testigo de los bailes y el buen rato que pasaron todos juntos, olvidándose por un momento de lo mal que se puede llegar a pasar en aquel inhóspito lugar.
Y es que esta última semana, Anabel se ha roto de dolor y desesperación por el hambre que está pasando. "Quiero desayunar como un humano, no como un mono", ha dicho entre lágrimas.
"Este momento para mí…el peor momento de mi vida después de que se hayan ido los míos. Ni que me deje mi novio, ni que se me parta el coche…esto", dejaba claro. "No puedo más, tío. Ochenta días aquí metida. No quiero estar más aquí comiendo almendras. Sin mi cacao, sin mis tostadas…no puedo más", continuaba.