Carlos Areces: “La gordofobia está interiorizada dentro de cada uno, incluso de los que somos gordos”
El actor estrena 'Espejo espejo', una película en la que habla con su cara más oculta
Carlos Areces es tan polifacético como inquieto. Es de los pocos actores que no ha parado en la pandemia, siendo uno de los rostros habituales de las últimas temporadas de La Que Se Avecina, además de un actor de lo más reclamado en comedia -bueno, incluso en drama-.
El intérprete ahora estrena Espejo Espejo, una comedia que analiza las personalidades ocultas de cada uno y narra la historia de qué pasaría si hablásemos un poco más con ellas... Y las dejásemos salir. Por esta película precisamente se ha querido sentar con nosotros a charlar un rato sobre la película, los delicados temas que trata y todo lo que ha trabajado durante la pandemia:
Pregunta: Este tema tan loco de los espejos, ¿qué pensaste cuando cuando te lo ofrecieron?
Carlos Areces: Pues en "Madre mía, ¡qué es esto!" ¿Sabes? (risas) No, la verdad que me pareció un recurso original para hablar de los miedos internos, que en el fondo tanto tienen que ver con cómo te perciben los demás. O sea, que es una cosa que tú vives desde primera persona pero que al final está extremadamente relacionado con tu lugar en la sociedad y con la presión social. No sé, me pareció curioso.
P: ¿Y cómo fue el rodaje? Parece algo bastante complicado eso de grabar tus propias respuestas.
C.A.: Fue bastante complicado de hacer el tema de los espejos, más de lo que yo me hubiera imaginado leyéndolo. Dije, "bueno al final esto será, yo que sé, algún recurso y tal, fácil"...Pues no era fácil. Recuerdo que teníamos que hacer una pasada de la secuencia entera, digamos como personaje real, y claro, tenías que tener un diálogo con tu reflejo pero ese diálogo todavía no se había grabado.Entonces tenías que ir dejando los huecos que tú creías que ibas a tardar en dar la respuesta, pero claro, luego no coincidían y encima cuando hacías el reflejo tenías que repetir los mismos actos pero invirtiendo; o sea, lo que antes hacías con la mano izquierda ahora lo tenías que hacer con la mano derecha y respetando los huecos que habías dejado previamente para insertar tus diálogos como reflejo. Y bueno, pues fue un poquito complicado.
P: ¿Qué tienes que decir de cada uno de tus personajes? O mejor dicho, de sus reflejos.
C.A.: Son distintos. Al fin y al cabo, es que me siento muy identificado con él, la verdad. O sea, la inseguridad de no estar a la altura está ahí, y él, bueno, es muy real. Pero no solo es real la inseguridad, es real también el hecho de que cuando tienes un determinado físico es más difícil para ti acceder a determinadas cosas, como por ejemplo la persona que te gusta. ¿Sabes? Tienes una serie de hándicaps y claro, evidentemente con eso me siento muy identificado.
P: Precisamente esa era mi siguiente pregunta. Aunque en la película hay temas muy delicados tratados con mucho respeto, el tema de la gordofobia se ilustra con insultos y burlas. Es todo un reflejo de la realidad, pero, ¿no crees que verlo así en pantalla, sin reflexión, solo ayuda a que se generen más esas situaciones?
C.A.: Bueno, es que la gordofobia está ahí. La gordofobia está interiorizada dentro de cada uno de nosotros, incluso de los que somos gordos, ¿sabes? No sé dónde acaba la gordofobia, que digamos que es una ridiculización de los demás en base a su sobrepeso. Claro, cuando te lo aplicas a ti mismo y tiene que ver con el rechazo que has sufrido muchas veces, no sé si es exactamente gordofobia, pero bueno, quiero decir al final tampoco tiene que ver exactamente con el gordofobia simplemente; sino con no ser físicamente atractivo, que es como un espectro mucho más general. Pero bueno sí, yo creo que es una cosa que nos pesa, al final instintivamente todo el mundo sabe dentro de la escala de atractivo de la sociedad qué lugar ocupa, en base de experiencias que en el caso de la gente que somos menos atractivos pues pues a veces son dolorosas. Pero bueno, es que ahí tampoco puedes no no sé a quién puede culpar realmente.
P: Por fechas, esta película se habrá grabado en pandemia. Es curioso, porque mientras hay mucha gente que busca trabajo, tú no paras de hacer cosas.
C.A.: Es francamente curioso, porque al contrario de muchos compañeros míos, que es lo normal no trabajar durante pandemia porque se han cancelado muchos proyectos, otros se pasaron y tal... Y yo he trabajado más que nunca. Incluso tuve la suerte de trabajar durante la cuarentena, porque contaron conmigo para una serie que se llamaba Diarios de la cuarentena y que cada actor rodábamos en nuestra propia casa con un móvil que nos hacían llegar a través de mensajero. Nosotros poníamos la cámara, nos asesoraban un poco sobre iluminación a través de una videollamada con el director de fotografía. Luego a partir de ahí sí se cancelaron o se retrasaron varios proyectos, pero no, no me puedo quejar, no me ha faltado trabajo (risas).
P: Y con esas clases sobre hacer una serie... ¿No te picó el gusanillo saltar a la dirección?
C.A.: Mira, el salto a la dirección era un objetivo desde que llegué al mundo cinematográfico, hasta que descubrí lo que era dirigir. Yo era de los que pensaba que tenías una idea guay, llegabas a un productor, te daba todo el dinero que necesitabas, contabas con los actores que había soñado y te dejaban todo el tiempo del mundo y todos los medios para para al final entregar exactamente lo que tenías en la cabeza. Bueno, ya he comprobado que no es exactamente así, llegar a un producto bueno llegas a 10 a 15 productores, y todos se dan con la puerta en las narices. Al final consigues 1 que te dice que la vamos a hacer, pero por 5 veces menos dinero del que necesitas, con los actores que están libres en ese momento, con un figurinista que no te entiendes, con un director de producción que te está tosiendo te detrás de la nuca porque llevas cuatro días de retraso sobre el plan previsto y no hay más dinero, rodando un día que llueve cuando tienes récord de sol y teniendo que responder 100000 preguntas de 400 personas que hay a tu cargo y que hasta que no tomes una decisión no pueden seguir trabajando... Igual esto no es para mí, así que de momento prefiero ponerme a las órdenes de los demás que tener que ser yo el responsable de la toma de decisiones de tantos y tantos departamentos.
P: Vamos, que te quedas de actor de momento.
C.A.: Me voy a quedar de actor, sí (risas). Y si eso hago mis pinitos, que es a lo mejor en videoclips y cositas mucho más caseras, mucho más internas y donde al final todos los resuelves en un ambiente familiar.
P: Ahora estás grabando la nueva temporada de La Que Se Avecina y tienes más cosas por ahí, ¿no?
C.A.: Acabamos de empezar a rodar la temporada número 13 de La Que Se Avecina, sí, con nuevos decorados, nuevo plató... Estamos muy felices y nada en acabo de rodar. También tengo pendiente estrenar una peli con Álex de la Iglesia, estreno también esta peli, se estrena también un un programa en el que participo y bueno, ahora antes de terminar La Que Se Avecina se me solapa con la nueva temporada de El Pueblo.
P: Sobre LQSA, empezáis nueva etapa... ¿Se puede decir algo de este nuevo edificio?
C.A.: Pues la verdad es que como no sé lo que te puedo decir, pero vamos, yo soy de los que más se alegra de que tenga un lavado de cara. Ya se notaban los 15 años de los antiguos decorados, creo que le venía bien un plan renove. Y bueno, ahí no sé si estoy autorizado a decirlo, pero hay bajas y hay altas, y yo no conozco todas las altas. Hay personajes que he leído por guion y que todavía no sé quién le interpreta, a lo mejor no están ni cerrados todavía.
Espejo Espejo está ya disponible en cines.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...