Dos aspirantes de ‘MasterChef 10’, castigados severamente por el jurado después de hacer trampas
Aunque intentaron negarlo, las imágenes del programa les delataron
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Los aspirantes de 'MasterChef 10'. / Twitter @MasterChef_es
Las pruebas de MasterChef 10 prometían ser más duras, aunque no por eso más benevolentes con quien se salvasen las reglas. Y menos si en alguno de sus retos los concursantes deciden hacer trampas, tal y como ha pasado en el quinto programa del talent culinario.
Todo empezaba en la primera prueba, en la que, por parejas, tenían que cocinar un mismo plato de la manera más parecida posible. Eso sí, tendrían que hacerlo con una tabla de madera entre medias que imposibilitaba el poder fijarse el uno en el otro, así que la comunicación tenía que ser mediante gritos.
El ejemplo a seguir eran unas muy compenetradas Anabel Alonso y Bibiana Fernández, que acudieron a plató en calidad de invitadas VIP para hacer la prueba en las mismas condiciones. Hubo platos muy dispares, siendo algunos muy similares y otros muy distintos, aunque la verdadera polémica llegó en la prueba por equipos:
Y es que David y Jokin fueron directamente señalados por los jueces de haberse saltado las normas de la primera prueba. No se supo si fue por mera ambición o por el premio, hacer que su plato se incorporase en la carta en el restaurante del programa; el caso es que las imágenes hablaron por sí solas: en vez de decir ingredientes, uno le dijo directamente al otro de cocinar el arroz tal y como aprendieron en una de las masterclass que les regaló el programa.
"Yo no siento que haya hecho trampas", se defendió David, que hasta el último momento negar que fue él el responsable de la controversia. Sin embargo, Pepe Rodríguez sacaba pecho y aclaraba que tenían las imágenes de todo lo que había sucedido momentos previos a la prueba; perfectamente captado por las cámaras y los micrófonos del programa.
Con todo visto y comprobado, tanto a Jokin como a David no les quedó más remedio que asumir lo que habían hecho y pedir disculpas. "En ningún momento he querido faltar el respeto a los jueces, ni a los compañeros", le decía al trío formado por Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera. Aunque éstos aceptaban las disculpas, no se echaron hacia atrás a la hora de castigar la maniobra que la pareja trató de esconder a toda costa.
De este modo, uno de los chefs les llevaba de regalo dos delantales negros, por lo que hiciesen lo que hiciesen en la prueba por equipos, tendrían que enfrentarse al foso. Para David sería su primera prueba de expulsión, aunque aun así no se lo tomó demasiado mal -de hecho, admitió ante cámara riéndose que eso les pasaba por "espabilaos"-.
Por suerte para ellos, ellos dos y Verónica fueron los tres primeros en salvarse de la última prueba gracias a su magnífico cocinado. Después de varios elogios por parte del jurado, confirmaron que seguirían al menos una semana más en el programa.