‘MasterChef 10’ ya tiene al primer expulsado de la edición, que se marchó decidido: “No quiero llantos”
El joven presentó un plato que los jueces apenas pudieron catar
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El jurado de 'MasterChef 10' en el cásting final. / Twitter @MasterChef_es
El inicio de MasterChef 10 ha sido tan cañero como se esperaba, sobre todo a la hora de buscar las 16 nuevas caras que ya forman parte de esta nueva edición. La primera entrega de esta temporada fue muy dura y exigente, y aunque todos pusieron todo de su parte, eso no evitó que finalmente uno de los aspirantes tuviese que despedirse del programa.
Después de una prueba por equipos en plena plaza de Colón, los jueces terminaban por criticar durante al equipo rojo, que perdía la prueba. Su cocinado acabó siendo tan desastroso que Jordi Cruz tuvo que ponerse la chaquetilla para ayudar, o por el contrario, no conseguirían que las elaboraciones saliesen a su destino. De hecho, acabaron por tener falta de platos preparados.
De este modo, la mitad de aspirantes bajaba al foso con delantal negro y con el único propósito de salvarse para continuar una semana más en las cocinas del talent. Tras probar los platos, el jurado retenía a Iván, Giraldo y Berto para decidir cuál de ellos tres sería el primero en marcharse de las cocinas. Aunque no lo tuvieron del todo claro al principio, terminaron decantándose por el más joven de ellos:
Berto se convertía así en el primer expulsado de MasterChef 10, en un momento que terminaría por ser el más triste de este arranque de la edición. La prueba de expulsión trajo de vuelta las 'cajas misteriosas' típicas del programa, y consistía en presentar un plato elaborado con la sangre como ingrediente principal. El segoviano relacionó ésto con el huevo y quiso preparar un particular brownie.
Desafortunadamente para él, su postre terminaba demasiado duro y se ganaba el suspenso de los jueces. No perdieron el sentido del humor, pues Jordi se atrevió a bromear diciéndole a Pepe que no le iba bien para su nueva dentadura, y éste comparó la dureza del plato con la de un chaleco antibalas de un geo.
"Generas unas expectativas que luego no cumples", le echaba en cara Cruz. Berto, muy sorprendido por sus palabras, se limitó a escuchar; aunque el mismo juez le dijo que no le gustaba su actitud de no acatar los consejos que le dieron durante el cocinado. Algo que, viendo el resultado, terminó por salirle más caro de lo que pensaba.
Una despedida muy llorada
Nada más decir su nombre, sus compañeros le arroparon con un cálido aplauso desde arriba. Iván, que también podría haber sido el expulsado -los jueces dejaron claro que el nivel fue bajo para los tres-, no pudo evitar romper a llorar cuando supo que no volvería a ver a su compañero. Al menos, en unos programas.
"No quiero pucheros, no quiero llantos", les dijo el ya expulsado, que trató de minimizar el dramatismo que se vivió el plató. Con su marcha, arranca la nueva edición de MasterChef, que parece que será tan competitiva como de costumbre.