Lucas Bravo, de 'Emily in Paris', habla sobre "lo duro que es ser tan guapo"
El actor se ha quejado públicamente sobre la cosificación que sufre por culpa de su físico
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Lucas Bravo da vida a Gabriel, el che de 'Emily in Paris' / Photo by Stephane Cardinale - Corbis/Corbis via Getty Images (Getty Images)
Emily in Paris fue una de las series estrella en su estreno y este mes, con su segunda temporada, ha repetido éxito. ¡Hasta la mismísima Aitana la devoró del tirón! Un título de Netflix que ha cambiado por completo la vida de sus protagonistas, catapultándoles a la fama internacional, comenzando por Lily Collins, que interpreta a Emily.
Uno de los actores que ha hablado recientemente sobre cómo el éxito de Emily in Paris le ha afectado a nivel personal ha sido Lucas Bravo, el francés que se mete bajo la piel de Gabriel, el atractivo chef y vecino (y amor en no tan secreto) de la protagonista. Pues bien, tal y como él mismo ha confesado a The Times es precisamente este rol de “guaperas” con el que no se siente cómodo, hasta el punto en el que se ha quejado de la cosificación que sufre por su físico.
"De la noche a la mañana me he convertido en un objeto. Me ha hecho volverme mucho más consciente de mí mismo. Porque cuando piensas en esa palabra y en la gente a la que se le aplica, siempre ves a una persona sana, atractiva y con músculos, y yo no soy así", ha señalado Lucas Bravo en la entrevista con el mencionado periódico. "No quiero ser perfecto. He estado trabajando en contra de esto. En Francia no quieren guapos, quieren caras rotas con personalidad", se ha quejado de forma tajante.
El actor de 33 años, que era cocinero antes de ser tan famoso, es consciente de que su belleza le abrió las puertas a la serie de Netflix. Sin embargo, él no se considera “para tanto” (con esto hay un aluvión de fans que no están nada de acuerdo). Sin embargo, lo que verdaderamente le preocupa es que se le encasille en el rol de chico irresistible y por esta razón se le cierren puertas a otros papeles diferentes, en los que el físico no sea tan importante: "No se puede ser estéticamente atractivo e inteligente y una persona profunda. Antes no paraban de ofrecerme papeles como el profesor de gimnasia tonto. Es difícil romper con esa imagen. No me quejo, por supuesto, pero es una realidad", ha continuado explicando Lucas Bravo.
Convertido muy a su pesar en uno de los rostros más atractivos de la ficción en los últimos años, Lucas Bravo ha asegurado que precisamente esto ejerce “mucha presión”, ya que no es capaz de estar perfecto todo el tiempo, ni de “mantener las apariencias”. Unas declaraciones que han dejado sin palabras a los fans de la serie en todo el mundo.