Alfred se preocupa por Bruce Wayne en ‘La Tumba de Batman’
Warren Ellis y Bryan Hitch demuestran que saben qué hacer con Batman.
A finales de los 90, los lectores de tebeos vieron sus cimientos tambalearse con la llegada de The Authority a las tiendas. Warren Ellis y Bryan Hitch se sacaban de la manga una historia de superhéroes que rompía con todos los cánones establecidos y que no tenía miedo a faltar a las correcciones propias de medio.
Esta pareja creativa se vuelve a juntar en ‘La Tumba de Batman’, un cómic que tiene que vivir dentro de un universo y que, por tanto, permite menos licencias creativas, pero que nos trae un Batman con un potente enfoque cinematográfico y que cuenta una historia original muy interesante.
Una vez a la semana, llueva o haga sol, Alfred Pennyworth da un paseo hasta un pequeño cementerio situado en los terrenos de la Mansión Wayne. Allí cuida minuciosamente de las lápidas, los plintos y las losas de Thomas y Martha Wayne: retira las malas hierbas, los limpia y los pule. Pero... ¿cuánto tiempo falta para que deba cuidar de otro monumento funerario dedicado a los Wayne?
Con esa reflexión arranca la sinopsis de ‘La Tumba de Batman’, una historia que no sólo pone el foco en la investigación y la acción propias del personaje, también quiere hacer un alto en la relación entre Bruce Wayne y su fiel mayordomo, Alfred Pennyworth.
La preocupación de este último le ha llevado a un momento existencial y difícil en su vida, que le lleva a cuestionar todo lo que hace su ‘maestro’ (como él le llama) por el bien de su ciudad.
Mientras tanto, Batman sigue a su ritmo e investiga la aparición de un cadáver en un caso que escapa al entendimiento de su colega Jim Gordon, jefe de la policía de Gotham. Un solo hilo del que tirar que acaba descubriendo una red criminal sumergida en la ciudad.
Este libro ofrece un equilibrio excelente entre el Batman ‘detectivesco’ y el Batman ‘animal’. Secuencias pausadas en la escena del crimen para discurrir y pasillos llenos de matones sin miedo a la escayola. Una historia muy interesante que tiene la garantía de la firma de Warren Ellis para un desarrollo narrativo excelente que asegura mantener despierto al lector en todo momento.
Luego llega el lápiz de Bryan Hitch, un artista británico que trabaja con poquitas viñetas y casi siempre en formato “widescreen” para dar acentuar todavía más el tono cinematográfico de la historia que ya tiene el guion.
Posiblemente el mejor ‘Bryan Hitch’ que hemos tenido hasta la fecha. Especialmente atento a la caracterización de los personajes, asegurándose de que Bruce y Alfred tienen ‘caras de verdad’, reconocibles y consistentes de viñeta a viñeta.
Por supuesto, no ha perdido su ‘swag’ para las escenas de acción. El dibujante ha vivido siempre (y sigue viviendo) de las potentes diagonales y es especialmente bueno con las escenas de peleas cuerpo a cuerpo, donde todo se rompe y los golpes duelen de verdad.
‘La Tumba de Batman’ es un cómic excelente que trae de vuelta a una pareja artística a la que hemos echado mucho de menos y vuelven a las riendas de uno de los personajes de ficción con más posibilidades del panorama.
ECC publica esta historia en un tomo de tapa dura de casi 300 páginas que recoge los 12 números originales publicados en formato ‘grapa’ y que se convierte de forma instantánea en un imprescindible de cualquier estantería.