Charulata, la esposa solitaria que hizo soñar a Kurosawa con el sol y la luna
A Contracorriente films recupera uno de los títulos esenciales de Satyajit Ray, hasta ahora inédito en España
Decía Akira Kurosawa que vivir sin haber visto el cine de Satyajit Ray era como existir sin conocer el sol o la luna. Quizás nuestra falta de empatía y comprensión hacia otras culturas, religiones y sistemas de pensamiento sea el reflejo de una carencia: la falta de cultivo espiritual que se consigue a través de la exploración artística. El arte, en cualquiera de sus múltiples expresiones, nos enseña a descubrir, a reflexionar, a empatizar y a anhelar que otro mundo mejor es posible; otras ocasiones simplemente nos muestra el horror visto por los ojos de un poeta desesperado ante la tortuosa existencia; en un tercer caso, y este es el más interesante, nos introduce en la ambigüedad del dilema y del conflicto ético y moral. ¿Qué es lo que realmente quiere decirnos esta película, este libro o esta pintura? La posibilidad de que un espectador extraiga una interpretación pasando una obra por el tamiz de su sensibilidad personal es la que logra que el arte cobre sentido. Así lo creían también Andrei Tarkovsky y Oscar Wilde.
Sobre esta cuestión Jean-François Martel defendía en su ensayo Vindicación del arte en la era del artificio que el cine debía ser ambiguo para ser poético. Charulata, la esposa solitaria (1964), una de las obras maestras del genial cineasta indio Satyajit Ray, adaptación a su vez de una obra del poeta ganador del Nobel Rabindranath Tagore, consigue transitar el fértil terreno de la ambigüedad. No porque plantee diferentes formas de comprender de su historia, sino porque la propia interpretación de su actriz protagonista, Madhabi Mukherjee, es críptica y misteriosa y evoluciona a través de la mirada y los gestos y de la narrativa audiovisual que compone Ray.
El cineasta combina una planificación estática y con sutiles trávelins con unos zooms radicales que sugieren el tormentoso padecer psicológico de Charulata, una mujer que se siente sola y descuidada por su marido, un liberal de buen corazón pero absorto en su trabajo que dirige un periódico político en ciernes llamado The Sentinel. Además, su condición de aristócrata la impide trabajar, por lo que se dedica a leer, a jugar y a tejer; una insoportable rutina que parece quedar atrás cuando hace su aparición el joven Amal (encarnado por el legendario Soumitra Chatterjee, fallecido en 2020 a los 85 años tras infectarse por coronavirus), un poeta idealista y vital, hermano de su marido, quien despierta la pasión de Charulata por escribir y la despega de su insufrible aburrimiento.
El dominio absoluto de Satyajit Ray de la narrativa consigue que Charulata, la esposa solitaria sea un poema en imágenes. No necesita diálogos para definir las dolencias de su protagonista, sino que se vale del lenguaje cinematográfico para orquestar un precioso retrato del despertar de la conciencia creativa y la frustración ante la pérdida. El director se dedica a mostrarnos esos encuentros entre Amal y Charulata –rodados en un precioso jardín silvestre que parece sacado del realismo poético de Jean Renoir– para reafirmar su idea de que el amor por la vida nace del prodigioso poder transformador del arte, una idea que ya exploró en otro de sus títulos clave, El salón de música (1958).
Si allí era el gusto por los espectáculos musicales el leit motiv que mantenía vivo al burgués al que encarnaba Chabi Biswas, en Charulata, la esposa solitaria es la pasión creativa por la escritura, representada en el amor hacia un joven quijotesco y apasionado, la que mueve a Charulata a encontrar en su interior el espíritu creador que potencie su chispa vital y la motive para convertirse en una novelista de éxito, y es el temor de perder a Amal, con quien mantiene una relación de deseo intelectual, no sexual, el que propicia que ella se rompe por dentro. Ray utiliza la metáfora de la tormenta, que llega, se va, y vuelve hacia el final, como alegoría de las transformaciones interiores de Charulata, lo que ayuda a confeccionar, sumado a las actuaciones, la composición y el simbolismo, una película redonda, una auténtica obra maestra que, como sostenía Antonioni, nos permite entender mejor la dimensión espiritual de la India. También es, según el propio Ray, una de sus películas más elaboradas y probablemente la más depurada de toda su filmografía.
A Contracorriente Films, en su línea de grandes remasterizaciones de clásicos internacionales del cine, acaba de editar en DVD y Blu-Ray Charulata, la esposa solitaria, que hasta este 2021 era un título inédito en España. Lo hace con una cuidada edición en formato slipcase que contiene más de media hora de extras, esencialmente recogidos en un coloquio celebrado con los profesores Jerry Carlson y Anupama Kapse, expertos en la filmografía del cineasta. Una excelente pieza de coleccionistas que no puede faltar en las estanterías de aquellos cinéfilos que encuentran en el cine un recodo perfecto para soñar, crecer y vivir.