Paul Rudd alucinó al descubrir que los Perros del Terror de ‘Cazafantasmas Más Allá’ eran reales
Él y la actriz Carrie Coon nos dan las claves de la nueva película de Jason Reitman, que es homenaje y a la vez secuela de las cintas dirigidas por su padre
La nueva película de la saga Cazafantasmas acaba de aterrizar en todos los cines de España. Protagonizada por Paul Rudd (Ant-Man), Carrie Coon (Los archivos del Pentágono), Finn Wolfhard (Stranger Things) y McKenna Grace (Capitana Marvel), Cazafantasmas: Más allá es, probablemente, la mejor cinta de toda la franquicia Ghostbusters con excepción de la primera, de la que sirve como homenaje y de la que recupera parte de su iconografía para satisfacer a los fans más puristas.
Cazafantasmas: Más allá está llena de easter eggs y plagada de referencias que sirven como guiño nostálgico a la cinta original. El director Jason Reitman, hijo del legendario Ivan Reitman que creó las versiones de 1984 y 1989, toma el relevo a su progenitor y expande el universo creado por este casi treinta años después. Para ello ha contado con viejos amigos –nos reencontraremos con Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y Sigourney Weaver– y con un sinfín de referencias al imaginario de la saga, como el mítico coche de los Ghostbusters, su ropa, las mochilas de protones y los perros del terror.
Han sido precisamente Paul Rudd y Carrie Coon, dos de sus protagonistas, quienes han querido darnos una serie de pinceladas sobre la película. En una entrevista exclusiva con LOS40, nos han contado sus impresiones sobre el rodaje, la influencia de la vieja Cazafantasmas en esta nueva versión y por qué creen que Cazafantasmas: Más allá es uno de esos títulos que merece la pena ver al menos una vez en la vida.
Paul Rudd, Carrie Coon y los secretos de Cazafantasmas
«Me encantan todos los personajes y me encanta la historia», dice, emocionado, Paul Rudd desde el otro lado de la pantalla. «Parte de eso es cosa de Jason [Reitman] y de Gil [Kenan]. La visión que tenían y la relación de Jason con la película estaba estrechamente ligada con el material original y con la visión de su padre. Todo está, literalmente, en su ADN (risas) y ha servido como complemento a la primera película. Comparte el mismo tejido conector», explica el actor de Ant-Man y Vengadores: Endgame.
Y es que no hay nadie como el hijo de un cineasta para reimaginar el universo de su padre. Así lo ve también Carrie Coon: «No me imagino a nadie más que a Jason tomando el testigo. Él creció en ese set y ha vivido con la película en su cuerpo toda la vida». ¿Cómo nació esta historia? Con una visión. «Una niña con una mochila de protones, todo comenzó con eso», confiesa Coon. «Ha sido fiel a la cultura fan de la película original y ha conseguido rehacer la historia de modo que se sienta que tiene el espíritu independiente de Reitman al tiempo que se permite crecer hacia algo nuevo y diferente», explica la actriz.
Más allá del efecto nostálgico que pueda despertar esta historia de fantasmas, Carrie Coon considera que la iconografía es lo de menos, y que convertir a los protagonistas en niños, aunque pueda provocar comparativas con Stranger Things (no en vano Finn Wolfhard es uno de sus protas) ha sido un aliciente para las nuevas generaciones: «Por ejemplo, querían tener a McKenna Grace [14 años durante el rodaje] de protagonista. Es un personaje precioso con el que toda una generación se puede sentir identificada. Y también se ha centrado mucho en cómo se sienten esos niños, alienados, extraños, que solo buscan amistad y que aquí la encuentran. Es un terreno muy fértil para una película: no trata tanto sobre la cinta original ni sobre fantasmas sino de temas como la amistad y el amor».
«Hubo muchos momentos surrealistas»
Durante el rodaje y la preproducción de Cazafantasmas: Más Allá también hubo momentos de lo más surrealistas. Como el que sintió Carrie Coon cuando Jason Reitman le llamó para formar parte de su nueva película. Por aquel entonces el guion era súper secreto y se titulaba Rust City. Ella no tenía ni idea de que era una secuela de la mítica cinta de Ivan Reitman: «Pensé que sería alguna película indie de Jason y luego me di cuenta de que era una continuación de Cazafantasmas. Y esa sensación surrealista aún no ha acabado», dice entre risas.
Otro que alucinó durante el rodaje fue Paul Rudd, quien al llegar al set descubrió que los Perros del Terror no estaban hechos por ordenador sino que eran maquetas reales animadas. «Hubo muchos momentos surrealistas, algunos de los cuales no quiero revelar [risas cómplices], pero uno de ellos sí, y fue ver a un Perro del Terror real. Sin efectos especiales creados por ordenador. La sorpresa te puede alcanzar cuando ves las trampas para fantasmas, las mochilas de protones y todo eso, pero encontrarte en carne y hueso a estas criaturas, a las que llevo imaginando toda mi vida, ha sido una experiencia inigualable».