‘Sweat’, la película que revela el lado más oscuro y solitario de los influencers
La actriz Magdalena Kolesnik, una de las grandes promesas del cine europeo, protagoniza esta obra dirigida por Magnus von Horn
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Magdalena Kolesnik (d) en una escena de 'Sweat', la nueva película de Magnus von Horn / Imagen promocional (Lava Films)
Una chica sube las escaleras de su apartamento con las bolsas de la compra. Se para a mitad de recorrido y saca el teléfono. "Siempre que salgáis de compras subid las escaleras y evitad los ascensores, así podréis quemar más calorías" dice a la cámara y a sus 600.000 seguidores. Comienza la invasión de notificaciones: me gusta, comentarios, mensajes privados. Al llegar a su casa se prepara un batido de proteínas. Vuelve a sacar el teléfono y graba todo el proceso. Teléfono, teléfono y más teléfono, y así ad infinitum en todos los momentos de su rutina.
La primera idea que uno puede extraer al ver Sweat es que se trata de una película sobre una mujer vacía que se ha perdido en el vasto universo de las redes sociales. La protagonista, Sylwia, es una influencer fitness que se dedica a dar charlas motivacionales y a compartir consejos sanos en sus redes sociales. Es una estrella mediática en Polonia y sus seguidores, de los más fieles y comprometidos que hay, la aúpan y apoyan como si se tratase de una gurú con poderes sobrenaturales.
Sylwia tiene de todo salvo lo más importante: amor. Por eso, a pesar de la fama y el dinero, se siente sola y herida. Frente a la cámara sonríe; al mirarse al espejo de su baño, trata de comprender quién se esconde tras esos ojos azul océano. Parte del magnetismo de este personaje se lo debemos a Magdalena Koleśnik, la actriz protagonista, y a su director, Magnus von Horn. De sus palabras se deduce que muchos han malinterpretado Sweat como una crítica de las redes sociales, cuando es justo todo lo contrario: un acercamiento, una observación que no trata de juzgar a los influencers, sino exponerlos en toda su desnudez psicológica.
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«No buscábamos juzgar»
Magdalena Koleśnik es una persona cercana y risueña. A priori parece la antítesis del personaje hermético que encarna en Sweat. Desde una butaca del Cine Embajadores de Madrid y tras una mascarilla que solamente le permite mostrar unos ojos azules, ese azul tan característico de los eslavos, nos responde en un perfecto inglés. «Nosotros no buscábamos juzgar al personaje. Yo, personalmente, no querría hacerlo. Solo queríamos mostrar su historia, estar cerca de suyo, y que su experiencia perviva en nuestra imaginación».
Magnus von Horn también apuesta por esa misma idea. No siempre las estrellas de cine y los creadores están de acuerdo con la visión de los personajes, pero en este caso la sintonía es más que evidente. Este joven cineasta suecopolaco entiende bien el fenómeno de las redes sociales y confiesa que nunca quiso hacer un retrato distópico del personaje. «Vivir en una distopía o en una utopia o en cualquier 'opia' es una decisión personal», considera Von Horn, que matiza que su principal objetivo era hacer un retrato lo más cercano y realista posible a la vida del influencer.
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El cineasta sueco Magnus von Horn (i) y la actriz polaca Magdalena Kolesnik acuden al preestreno de la película 'Sweat' en los Cines Embajadores de Madrid, el 17 de mayo de 2021 / Juan Naharro Gimenez
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El cineasta sueco Magnus von Horn (i) y la actriz polaca Magdalena Kolesnik acuden al preestreno de la película 'Sweat' en los Cines Embajadores de Madrid, el 17 de mayo de 2021 / Juan Naharro Gimenez
«Yo seguía a una motivadora de fitness en SnapChat y me sentí fascinado. Al principio la juzgaba, pero no podía dejar de mirarla. Cuando dejé de pensar en ella negativamente relfexioné sobre por qué me tenía tan enganchado y entonces sentí cierta envidia por su facilidad para mostrar su vida de manera tan espontánea. Era algo de lo que yo carecía, así que decidí contar su historia. También pensé qué sentido tiene la vida si no puedes compartir parte de ella y ser feliz con eso. Me interesaba su comportamiento, pero también mi reacción», reflexiona el cineasta.
Sweat nos habla de cómo las nuevas tecnologías pueden ser una forma de expresión de las emociones, aunque a veces nos pueda resultar fútil. «Yo a veces no puedo expresar mis sentimientos más profundos y lo hago a través del cine, o escribiendo y hablando de películas. Ella lo hace a través de las redes sociales», justifica Von Horn, quien cree que los espectadores y espectadoras podrán mirar a Sylwvia con más empatía al final de la película al igual que hizo él con aquella influencer que le inspiró a crear esta historia.
Magdalena Koleśnik: promesa del cine europeo
Sin embargo, todo el peso de la película recae sobre los hombros de la joven Magda (ella me permite llamarla así). Nunca había protagonizado un largometraje y este papel lo tomó como un reto personal que le ha cambiado la vida a varios niveles. Por un lado, porque le ha obligado a abrirse una cuenta de Instagram, ya que ella es la antítesis de su personaje: «Fue un requisito de la productora y de Magnus para prepararme el papel, así que me abrí una cuenta y empecé a subir posts, pero no es mi campo natural», explica. «Yo soy una persona responsable y creativa, así que fue un gran reto tener toda esta responsabilidad».
Cuando reflexiona sobre alguno de los momentos más complicados del rodaje, las lágrimas de emoción le vienen a los ojos. «Quizás la última escena, la de la televisión, fue la más difícil y la más hermosa» (LOS40 os ofrece en exclusiva un clip con este momentazo que podéis ver justo debajo).
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«Fue difícil porque hasta el final no ultimamos las líneas que diría en esa secuencia. Era crucial que nos guiásemos por la intuición. Y al final eran mis palabras. Mi sueño era decir que estaba cansada de fingir ser mejor de lo que realmente soy. Quise reunir la fuerza para admitirlo personalmente y permitirme ser vulnerable, porque ser vulnerable es algo que me da pánico. Todo esto lo rodamos en un plató de televisión real donde los miembros de nuestro equipo hacían de ellos mismos. Había un círculo de personas que estaban conectadas a mí y a lo que estaba haciendo y podía sentir que estábamos tan unidos que era mi responsabilidad encontrar esa fuerza interior para transmitir todo lo que había que contar. Fue una de las experiencias más bonitas de mi vida», relata Koleśnik.
«Es un momento en el que [Sylwia] siente una profunda conexión con ella misma; es un momento de oro, y es así cuando ella conecta de forma más real consigo misma y se puede convertir en la mejor coach de fitness del mundo; su mejor versión», relata el director, desechando que ese momento sirva de catarsis o transformación a largo plazo. «Yo creo que cambia su vida durante un momento, pero luego vuelve a su rutina. Buscará otros momentos como ese, pero no creo que sea algo que la cambie. Volverá a casa y pensará sobre lo que ha ocurrido y seguirá con su vida».
Sweat se estrena en cines el 21 de mayo de 2021.