Marte, aquel extraño vecino: 7 películas que nos transportaron al Planeta Rojo
Repasamos algunos títulos emblemáticos de ciencia-ficción que imaginaron cómo habría sido aterrizar en nuestro misterioso vecino del Sistema Solar
El cine de ciencia-ficción nos ha regalado momentos inolvidables gracias a historias que se desarrollan tanto dentro como fuera de nuestro planeta. Cada vez que miramos hacia las estrellas, soñamos. Las películas nos han transportado a aquellos planetas, galaxias y universos a los que solo podemos llegar con nuestra imaginación.
Ayer la NASA consiguió un nuevo logro: aterrizar el rover Perseverance sobre Marte. Las primeras imágenes no eran de los alienígenas de Mars Attacks! apuntándonos con cañones desintegradores, sino una mágica superficie arenosa con piedras incrustadas. Ni siquiera era roja porque las imágenes llegaban en blanco y negro. Qué diferente es de todas las películas que retrataron, a su manera, la superficie de aquel extraño vecino de nuestro Sistema Solar: el Planeta Rojo.
Planeta Rojo (2000), Antony Hoffman
Una de las intrigas espaciales más interesantes del cambio de siglo fue esta superproducción de la Warner que presentaba a un grupo de astronautas que pisaban el Planeta Rojo en el año 2050, una fecha en la que la Tierra, destrozada por el desastre climático, debía establecer una nueva colonia en Marte para subsistir. La película no recibió muy buenas críticas, principalmente por un guion algo mediocre que desentonaba con la excelente idea original de la película; sin embargo, nos regaló una historia más que decente sobre cómo imaginábamos hace 20 años la "invasión" humana de nuestro vecino rojo.
La furia del planeta rojo (1959), I.B. Melchior
Mucho antes de que Planeta Rojo nos mostrara imágenes de un lugar inhóspito pero completamente vacío, el cine de ciencia-ficción de los años cincuenta y sesenta presentó ideas mucho más disparatadas. Esta película muestra a un grupo de tripulantes que vuelve del planeta Marte. Cuando su nave aterriza en la Tierra, la NASA se encuentra con que solo han vuelto con vida dos astronautas, y uno de ellos tiene una extraña masa viscosa pegada a sus extremidades. Los supervivientes relatan cómo Marte está plagado de arañas gigantes con cara de murciélago y plantas enormes que devoran personas. Imaginación no les faltaba (aunque sí un poco más de presupuesto).
Misión a marte (2000), Brian De Palma
Una de las películas más esperadas de Brian De Palma se convirtió en uno de sus mayores fiascos. Lo cierto es que Misión a Marte, que se rodó el mismo año que Planeta Rojo, no era tan mala como la pintaban, pero sí se excedió en patriotismos colonialistas espaciales. Nada que ver, por ejemplo, con el retrato milimétrico que hizo Stanley Kubrick de la vida en el cosmos. De Palma hizo un popurrí de terror, misterio y drama –con algún que otro componente espiritual de lo más interesante– que, sin embargo, no acabó de cuajar. Hoy es una rareza a descubrir por las nuevas generaciones.
Marte (2015), Ridley Scott
Lejos de los gusanos espaciales, las arañas gigantescas y las tramas de misterio en pleno Planeta Rojo, Ridley Scott apostó por la historia de supervivencia de un astronauta que, tras sufrir un accidente durante una expedición a Marte, es dejado atrás por sus compañeros, completamente solo y aislado en un lugar inhóspito en el que tendrá que subsistir gracias a su ingenio y dotes científicas. Una película excelente protagonizada por Matt Damon que revitalizó el cine de ciencia-ficción. Recibió nada más y nada menos que 7 nominaciones a los Óscar, entre ellos el de mejor película.
Fantasmas de Marte (2001), John Carpenter
Los años 2000 y 2001 supusieron un boom de películas marcianas en Hollywood. Después de Planeta Rojo y Misión a Marte llegó John Carpenter, director de La Niebla y La Cosa, a rodar una cinta de ciencia-ficción con componentes de western futurista y pinceladas de terror en plena colonia de Marte, año 2176. Una película de acción y miedo con una banda sonora de... ¡Heavy metal!... en la que los enemigos no son otros que seres humanos vampirizados o fanatizados y sedientos de sangre. Una locura.
Capricornio Uno (1978), Peter Hyams
Peter Hyams fue uno de los directores de películas de ciencia-ficción más interesantes de la historia del cine, aunque lamentablemente su nombre no se conoce tanto como el de Ridley Scott o Stanley Kubrick. Él fue quien se atrevió con la secuela de 2001: Una odisea del espacio. También firmó la interesante aventura espacial Atmósfera Cero protagonizada por Sean Connery. Y, además, nos regaló este excelente thriller de acción sobre un grupo de astronautas que pisan por primera vez el planeta Marte. Lo que no sabe la gente que ve televisado el espectáculo es que se trata de un montaje, una farsa organizada por la NASA. Apta para conspiranoicos.
Desafío total (1990), Paul Verhoeven
Quizás la mejor película toda esta lista, un clásico de ciencia-ficción con unos espectaculares diseños escenográficos, brillantes maquetas y maquillajes que no tienen nada que envidiar a lo mejorcito de Star Wars. Estuvo protagonizada por personajes raros, a veces abyectos, que copaban la pantalla en una suerte de Blade Runner que brotaba de una pesadilla onírica soñada por Terry Gilliam. Protagonizada por Arnold Schwarzenegger y Sharon Stone y dirigida por Paul Verhoeven en 1990, hablamos de una de las mejores adaptaciones de una novela de Phillip K. Dick a la gran pantalla. Todo un espectáculo futurista lleno de imaginación.