Samsung Galaxy S21 parece ser fácil de reparar
Buenas noticias para sus usuarios, que no cuesta poco precisamente.
¿Fácil de reparar? / Samsung
Los nuevos Samsung Galaxy S21 vienen con cambios palpables respecto a sus antecesores. Algunos no son la mejor publicidad, como la ausencia de cargador o de slot para tarjetas microSD, pero en general son un paso adelante.
Eso sí, dentro de las buenas noticias, aparte de las especificaciones puras y duras, está la fabricación interna, que parece haberse hecho con la mente puesta en facilitar su desmantelamiento y reparación.
Así lo hemos comprobado en el canal de YouTube ‘PBKreviews’, que le ha dado una nota muy alta en el apartado de reparaciones.
El desmantelamiento del Galaxy S21 lo hicieron de manera rápida y sin daños. El panel trasero se quita en una única pieza, sin que nada se rompa con una herramienta en forma de palanca, y muchos de los componentes internos se quitan de forma simple. Hay que sacar unos pocos tornillos y desconectar una cinta flexible y voilà.
Con la carcasa trasera quitada, 22 tornillos Phillips son lo único que mantiene las cosas sujetas en su sitio, no hay que hacer malabares para desmontar el teléfono.
Muchos de los componentes internos son únicos, haciendo más fácil el reemplazo de manera individual. ‘PBKreviews’ también explicó el proceso de quitar la pantalla, pero no lo mostraron en el video, así que habrá que esperar a otro para ver si es igual de fácil de desmontar.
Es difícil comparar directamente la “reparabilidad” con otros teléfonos, porque el canal no le da nota en todos los videos que hace. A este Galaxy S21 le ha dado una puntuación de 7.5/10 en su escala. Yéndonos al video que hicieron del Galaxy S20 FE, parece que era más fácil de desmontar en algunas zonas, sobre todo los módulos de cámara, pero en ese caso no le dieron puntuación.
En cabio, el Galaxy S20 Ultra obtuvo una nota de 3/10 por parte de ‘iFixit’, así que quizás Samsung está haciendo un esfuerzo en mejorar sus dispositivos para que la reparación sea más fácil, y por consiguiente más barata, que arreglar dispositivos de mil euros no es nada barato.
Para acabar, no todas las piezas fueron igual de fáciles de quitar, tanto la cámara frontal como el lector de huellas y la batería estaban bien ancladas o puestas a conciencia con pegamento. Aún así, la nota es bastante positiva para un smartphone que va a estar en millones de bolsillos a lo largo del año, y los accidentes están a la orden del día.
