Nena Daconte comenta las declaraciones sobre machismo de Rosalía: “Ahora las chicas no nos vemos como rivales”
Ella viene de un matriarcado

Nena Daconte, una mujer en la industria. / Foto cedida por BMG
Nena Daconte publica Hojas secas, un nuevo tema de desamor en el que se inicia en la electrónica. Se ha quitado los miedos y vuelve a apostar por la música. Una mujer más que coge las riendas de su carrera.
Si la preguntas por las declaraciones que ha hecho Rosalía sobre el machismo en la industria reconoce que “no las he escuchado”. Pero ahondando en el tema, reconoce que “cuando yo empecé lo que sí notaba es que los chicos tenían muchísimo más éxito que las chicas en general, pero porque era una cuestión de que el público que escuchaba música era más femenino que masculino. Era mi percepción en ese momento y, claro, los chicos lo tenían más fácil porque gustaban más a las chicas”.
Aunque reconoce que el público femenino prefería a un chico guapo, entiende que también empatizaban con un determinado grupo de artistas femeninas: “Surge otro tipo de mujeres no tan perfectas estéticamente, que conectan más con el público femenino porque te reflejas en ese tipo de artistas que dices que no es como una mujer inalcanzable, parecen chicas muy reales y conectan con el público femenino”.
Cuestión de carácter
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Si llevamos el tema del feminismo al tema laboral y si hay más respeto si eres chico o chica, ella opina que es más cuestión de carácter, no tanto de género. “Con mi voz y mi apariencia, a mí me han pasado por encima todos los camiones del mundo, pero si tienes otro carácter y eres más echado para adelante, lo que tú dices va a misa, pero es mi experiencia personal. Una mujer con carácter es fácil que se la respete”, reflexiona.
Lo que sí ha notado es un cambio en los últimos tiempos. “Otra cosa que está habiendo es que entre nosotras hay muchísimo más buen rollo que, a lo mejor, hace 15 años. Eso sí que noto que ha cambiado un montón. Ahora las chicas no nos vemos como rivales, sino que decimos, ‘oye, a lo mejor, si juntamos tu fuerza y la mía llegamos más lejos’, eso sí lo noto”, reconoce.
Ella viene de un matriarcado total. “Entre nosotras, mi madre es la jefa y las chicas siempre hemos sido un poco como las jefas en casa. Siempre alrededor, mis tías, he visto que mis abuelas las educaban para que hicieran una carrera, para que estudiaran, para que no dependieran de un hombre, eso lo he visto. He visto a un montón de tías que se quedaban solteras porque decían ‘¿yo para qué voy a cuidar a un hombre si tengo dos carreras y tengo tal? ¿qué me voy aponer, a planchar camisas?’, entre comillas. Eso es lo que yo he vivido y no vengo de una familia en la que el hombre era el que más mandaba y se hacía todo lo que él decía. En casa las mujeres hemos hablado mucho y hemos opinado de todo desde generaciones”, confiesa.