Baby: El gran consejo que deja el final de la serie de Netflix
El 16 de septiembre emitió sus últimos capítulos y lo cierto es que nos han dejado un sinfín de lecciones aplicables a nuestro día a día
Baby, la última serie de éxito 'made in Italy' emitió sus últimos capítulos el pasado 16 de septiembre y su final no dejó a nadie indiferente. Y es que ha roto todos nuestros esquemas sobre las series de adolescentes. La producción italiana es un cóctel de ingredientes explosivos pero que consiguen atrapar al público desde el minuto uno: drogas, prostitución infantil, doble vida y opulencia. ¡Una auténtica bomba que desde su estreno tuvo asegurado su éxito!
Estrenada por primera vez en noviembre de 2018, la serie se centra en un grupo de jóvenes de la ciudad de Roma que, en arrebatos propios de la juventud, tratan de cambiar su identidad revelándose contra las conductas sociales establecidas y buscando su propia libertad, sin saber que pueden perderse por el camino.
Hastiadas del mundo que les rodea, las protagonistas, Chiara (Benedetta Porcaroli) y Ludovica (Alice Pagani) son dos chicas de clase alta que, de día acuden a uno de los institutos más prestigiosos de Roma, pero de noche, su vida dista mucho de la ejemplaridad y ejercen la prostitución para políticos y otros hombres de poder. Todo ello para poder asegurar el altísimo nivel de vida que quieren disfrutar y que ni siquiera sus adineradas familias son capaces de proporcionarles.
En la tercera y última temporada de la serie, la policía cada vez está más cerca de la verdad y la doble vida de Chiara y Ludo a punto de desvanecerse dejando al descubierto todos sus secretos.
ALERTA SPOILER
A partir de este momento, cuidado con cualquier tipo de spoiler que puedas descubrir si no has terminado de ver los episodios de la temporada final. Seis capítulos en los que los protagonistas lidian con sus inestables familias y un escándalo público.
La realidad detrás de Baby
La serie trata el tema de la prostitución desde una perspectiva aguda, reveladora y poniendo el foco en la decisión de la mujer. Chiara no se sentía mal por ser prostituta y ella misma afirma no sentirse utilizada aunque los clientes la tratasen como a un objeto.
Ludovica, en cambio, está en las antípodas de ese pensamiento y se dio cuenta de que el mundo que la rodeaba era peligroso y le hacía infeliz, así que decidió dejarlo. No sin antes poner las cartas sobre la mesa acerca del verdadero problema de la prostitución: el machismo. Ella misma dice en una escena: ''El problema no está en las mujeres, sino en los hombres que consumen la prostitución".
Y es que lo cierto es que esta serie ha estado envuelta en muchas polémicas y ha recibido muchas críticas pero expone el problema de cómo se siente un adolescente cuando tiene una familia desestructurada, vive extraño en su propio mundo y puede llegar a hacer todo tipo de locuras. Además, nos conciencia de una realidad que, aunque incómoda, existe y es la prostitución adolescente.
El explosivo final de Baby y las lecciones que nos deja
Chiara decide mantener su 'business' porque, de cierta manera, le hacía sentir bien ese negocio. Todo esto, poniéndolo en contexto, está claro que la adolescente lidia en su día a día con una falta de afecto enorme y además no sabe qué rumbo tomar en su futuro.
En cuanto a su relación con Damiano (Ricardo Mandolini), esta serie puede ser considerada como un drama para 'teenagers' pero el amor de Disney no tiene cabida en la historia y una princesa ya no se tiene que adaptar a las necesidades de un príncipe para que vaya a salvarla. El desenlace de su 'shippeo' es una realidad tan cruel como humana, cuando Damiano descubre a lo que se dedica Chiara, no le juzga, pero prefiere apartarse de su mundo antes de herirla o tratarle de una manera que no se merece.
Una lección que demuestra que en una pareja cada parte tiene su individualidad y en el momento en que uno no está agusto con el mundo del otro, lo mejor es no juzgar, dejar las cosas claras y que cada uno siga su camino.
Ludovica, también decide dar un portazo a su relación tóxica y decide vencer, de una vez, sus inseguridades. Gracias al apoyo de su madre consigue crear una nueva versión de sí misma, lo que nos demuestra que nunca es tarde para darnos cuenta de que una parte de nuestra vida no va bien y tomar cartas en el asunto.
No obstante, no podemos obviar que la trama versa sobre un tema tan delicado como es la prostitución de menores y las consecuencias que deben pagar los adolescentes tras el juicio son dolorosas para todos. Chiara es enviada a un hogar de acogida, culpable de Instigación a la prostitución. Damiano y Ludovica quedan libres, aunque la madre de esta última sí termina en la cárcel por cómplice. Y es que el desenlace de Baby muestra que cada uno es responsable de sus actos y debe pagar las consecuencias.