Sara Carbonero se pone nostálgica recordando a alguien muy especial para ella
"Echo de menos lo bonito que me mirabas y nuestra complicidad"
Sara Carbonero ha comenzado una nueva etapa en su vida. Los últimos meses han sido caóticos para todos y no sólo por la pandemia que asola el mundo. Antes de todo eso, el infarto de su marido y su diagnóstico de cáncer marcaron una inflexión en su rutina. Ahora, parece que va viendo la luz y, además, desde Madrid a donde ha vuelto con su familia.
Aunque hay cosas que nunca cambian y es su facilidad para expresar sentimientos. Ha demostrado, en más de una ocasión, la facilidad que tiene para la palabra y en las últimas horas la ha empleado para mirar al pasado y recordar algunas instantáneas que le hizo su gran amigo, el fotógrafo Bernardo Doral.
“No era un jardín cualquiera, una tarde cualquiera ni una luz cualquiera. Y por supuesto, detrás del objetivo no había un fotógrafo cualquiera. @bernardodoral, te echo de menos”, comenzaba escribiendo dejando claro, desde el principio, que no es una persona cualquiera sino alguien muy especial para él.
“Echo de menos el dónde y el cómo, (el con quién siempre era contigo), nuestras risas y conversaciones sobre horóscopos y ascendentes sin fin. Aquella frase mía de ‘las cosas casi siempre son lo que parecen’, que dio comienzo a una etapa muy buena. Echo de menos lo bonito que me mirabas y nuestra complicidad”, ha seguido recordando sobre los días en los que su amistad era más cercana.
Y esta nostalgia llegaba mientras una de esas tormentas que se disfrutan desde casa, caía sobre la capital. “Esta noche, mientras se caía el cielo aquí en Madrid, me he teletransportado un ratito a ese patio donde tomábamos té rooibos y calculábamos qué número éramos para averiguar nuestra misión en la vida. Muchos años después, ahora que la tenemos clara, ojalá vernos pronto, amigo. Te quiero”, terminaba escribiendo.
Y claro, a unas palabras tan sentidas, no les faltaba respuesta. “Wow! Yo también te echo de menos. Muchos momentos juntos! Recuerdo esta tarde perfectamente. No he fotografiado a nadie tanas veces, siempre especial y única. Siempre brillante. La vida nos conectó bien fuerte. Cómo dices, ojalá nos veamos pronto… tengo un abrazo para ti que no te imaginas. Gracias Sara, te quiero”, escribía Doral.
Y a ella le llegaban sus palabras y se sentía agradecida: “Pues anda que yo para ti! Uno gigante que abarque todo este tiempo sin verte y todas las cosas que han pasado. Un abrazo de esos que recomponga, que quite los miedos. Gracias a ti por lo que me dices. Love you!”.