¿Qué pasará con ‘Black Panther 2’ tras la muerte de Chadwick Boseman?
Analizamos todas las opciones de Marvel y cuál de todas es la más realista
La trágica muerte de Chadiwck Boseman a los 43 años por culpa de un cáncer de colon se ha sentido en Hollywood como uno de los peores terremotos de su historia, tan solo equiparable al que provocó el asesinato de Sharon Tate a manos de la familia Manson, las muertes de Marilyn Monroe, James Dean y Paul Walker o la trágica partida de River Phoenix y Heath Ledger.
Boseman era una estrella y, a diferencia de algunos de sus predecesoras que fallecieron demasiado jóvenes, encabezaba el reparto de una de las mayores superproducciones del cine reciente: Black Panther. La película, la primera de superhéroes íntegramente negra, ha sido para Marvel uno de sus buques insignia. Los 1.300 millones de dólares recaudados en todo el mundo la convirtieron en una de las cintas más taquilleras de la historia, la quinta de todo el universo MCU (tan solo por detrás de las cuatro de Los Vengadores).
Por eso, más allá del dolor por la pérdida injusta de un actor tan polifacético, carismático y entregado, la muerte de Chadwick Boseman ha hecho saltar las alarmas en los estudios de Disney. Cuando el director de Marvel, Kevin Feige, recibió el correo en el que le comunicaban la muerte de Boseman, debió quedarse petrificado. Un paso en falso en un momento tan delicado podría ser extremadamente perjudicial para la imagen de la compañía. Y para sus arcas.
Todos los fans de Black Panther se hacen la misma pregunta: ¿Qué pasará ahora con la franquicia? Cualquiera de las tres únicas opciones que barajan Disney y Marvel tiene sus luces y sus sombras. La primera de todas es, quizás, la menos probable: cancelar la saga y olvidar para siempre el universo de Wakanda. Esto no tendría sentido por tres razones.
La económica
Los 1.300 millones de euros recuadados por Black Panther la convierten en uno de los mayores éxitos de Marvel. La película recibió tres premios Óscar y otras cuatro nominaciones, un logro inaudito para una película de superhéroes. Desde el punto de vista empresarial, cancelar para siempre la saga supondría perder la oportunidad de conseguir otro taquillazo seguro.
La ética
Chadwick Boseman estaba muy comprometido con el proyecto, y mientras rodaba bajo dirección de Ryan Coogler la primera entrega de Black Panther sabía que debían hacer algo grande que sentase precedente. Nunca antes un estudio tan poderoso como Disney había dado luz verde a una superproducción dirigida y protagonizada por afroamericanos, y él sabía que para su comunidad era necesaria.
La social
La segunda encadena con la tercera: la necesidad de una igualdad racial real. Black Panther demostró que no existe un prejuicio a la hora de ir a ver una película de superhéroes. Ya esté protagonizada por hombres o mujeres, negros o blancos, lo que importa son las historias y los personajes. En un momento tan convulso como el que vive Estados Unidos, con el movimiento Black Lives Matter en pleno auge y con un 16% de población negra, no tiene sentido perder la oportunidad de estrenar una película de estas características. Es el momento ideal para los superhéroes de color.
Solo quedan dos opciones
Aunque la cancelación de Black Panther entra dentro del abanico de posibilidades, parece improbable desde el punto de vista meramente empresarial. Por tanto, partiendo del supuesto de que Disney y Marvel decidieran continuar con la saga, tan solo le quedarían dos opciones: sustituir a Chadwick Boseman por otro actor de color o retorcer la historia para que su hermana Shuri (Letitia Wright) se convierta en la regidora de Wakanda.
La primera opción es descabellada y quizás la menos ética de todas. Más vale una cancelación a tiempo que sustituir a una estrella por otra. Siempre que se ha hecho ha salido mal. Ya le pasó a Hiroshi Inagaki tras sustituir a Rentarô Mikuni por Sachio Sakai en la saga Samurai o a Jon Favreau cuando sustituyó a Terrence Howard por Don Cheadle en el papel de Rhodey en Iron Man. Por mucha barba que llevara adherida a su rostro, Michael Gambon fue muy diferente a Richard Harris en el papel de Gandalf. Esas cosas se notan.
Además del shock que supondría para su público, muy pocos actores querrían meterse en los zapatos de otro artista tan querido. Black Panther perdería su esencia y el público lo percibiría. Sería una traición al legado que creado por Boseman. Recordarlo lo convertiría en leyenda, pero sustituirlo parecería más bien un reciclaje chapucero. Ningún fan verdadero del actor perdonaría una maniobra tan sucia. Tanto Paul Walker como Heath Ledger eran ejes fundamentales de Fast & Furious y El caballero oscuro, pero sus personajes podían permitirse desaparecer y ser sustituidos por otro miembro del reparto, pero no habría El caballero oscuro: La leyenda renace sin Christian Bale. ¿Os imagináis a Macaulay Culkin haciendo de Harry Potter si Daniel Radcliffe hubiese dejado el proyecto? Pues eso.
La única opción coherente que le queda a Marvel es escribir un buen guion de la secuela y canalizar la historia de tal manera que la hermana de T'Challa, Shuri, se haga con el liderazgo de Wakanda. De hecho, esta posibilidad no es descabellada y ya está registrada en uno de los comics originales de Black Panther. Una decisión así serviría para visibilizar el movimiento feminista y, a la par, para fomentar la lucha contra el racismo, además de ayudar a acrecentar la leyenda de Boseman, que aunque no apareciese físicamente su esencia y recuerdo seguirían estando en todos lados. Un acto doblemente simbólico que muchos seguidores agradecerían.
Aún no hay una decisión tomada sobre Black Panther 2, aunque la fecha original de estreno estaba prevista para 2022. Chadwick Boseman no sabía que iba a morir hasta una semana antes de la trágica noticia. El cáncer de colon estaba avanzado y llevaba cuatro años luchando contra él, pero ni él ni sus seres más allegados –mantuvo en secreto la enfermedad– eran conscientes de lo avanzado del proceso. En septiembre tenía intención de recuperar el peso perdido y ponerse en forma para volver a encarnar a T'Challa.
Su pérdida supone un traspiés inesperado para los planes de Marvel y Ryan Coogler, quien iba a repetir en la silla del director para la secuela. Sin embargo, si Feige, Disney y todos los directivos de Marvel son hábiles pueden hacer que Black Panther 2 no solo supere técnica y narrativamente a su predecesora, sino que sirva de homenaje a Boseman, de elemento de concienciación social que ayude a visibilizar a las minorías negras (ese era el sueño de su protagonista) y, a la postre, ser una herramienta perfecta para visibilizar el más que necesario empoderamiento femenino.