Torito se derrumba en ‘Viva la vida’ al desvelar la enfermedad que sufre
Y muestra su decepción con Mediaset
Emma García vivió este domingo uno de los programas más complicados de Viva la vida debido a la impactante escalera de las emociones que ofreció Quique Jiménez, más conocido por la audiencia como Torito, ese reportero que hace del humor y el descaro su seña de identidad.
Su carrera profesional protagonizó el escalón de la decepción y es que el colaborar lamentó que, después de tantos años en Mediaset, nunca le hayan dado un papel protagonista en televisión. Reconoció que, salvo muy contadas ocasiones, ha sido él el que ha cogido el teléfono para pedir trabajo, y reconoce que le da pena que no suelan pensar en él cuando surge un nuevo proyecto. Explicó que si está trabajando en Viva la vida es porque llamó él para que le tuvieran en cuenta.
Se definió como bufón y aseguró que él podía dar más de sí. “Aunque quizás el problema soy yo, que me creo el ombligo del mundo. Me merezco más de salir más de cinco minutos en este programa”, aseguraba entre lágrimas. Aunque reconoció que tal vez no había tenido otras oportunidades por su carácter tímido y lo mal que lleva hacer pasillos para fomentar las relaciones.
Su historia de amor
Con más calma y menos drama habló de su historia de amor. Todo comenzó hace 13 años cuando fue a Sevilla a grabar un reportaje y en el hotel hubo una confusión con las llaves.
Había otro hombre que tenía su mismo apellido y les dieron la misma habitación. El otro Jiménez le dejó usar su ducha y ahí intercambiaron teléfonos. Fue el principio de todo.
Confiesa que su marido cuando le conoció no conocía su faceta pública porque llevaba varios años viviendo fuera de España. Así que, ser Torito, no fue determinante en esta historia.
Reconoce que su marido no había tenido relaciones con hombres antes de conocerle a él. Ahora pueden presumir de una estabilidad y felicidad absoluta. Tienen un niño de tres años, Nathan, que es lo mejor que les ha pasado en la vida.
Una enfermedad letal
Pero el momento más duro de su escalera llegó con el miedo. Ahí confesó que lo que iba a contar no lo sabían más que su familia más cercana y su marido y aseguró que después de su intervención en el programa, no iba a hablar más del tema. “Es difícil hacer reír cuando tu corazón llora”, aseguró sobre su papel cómico que no siempre acompaña a sus sentimientos reales.
Contó cómo hace más de una década cuando volvía del supermercado sintió que no podía respirar. Acabó ingresado dos semanas y con el diagnóstico. "A partir de ahí me convertí en un enfermo crónico de una de las enfermedades más letales del mundo", desveló, sin dar más detalles.
Aunque aseguró que ahora mismo se encuentra muy bien y que está sometido a constantes reconocimientos, aseguró que su mayor miedo tiene que ver con su hijo. “Me encantaría poder vivir muchos años para ver de quién se enamora, que no le falte de nada, que sea feliz”, compartía.
Emma García se quedó impactada igual que el resto de colaboradores del programa que opinaron que no haber dado más detalles sobre su enfermedad va a dar lugar a muchas especulaciones. Pero Torito cerró así su escalera y puso rumbo a Mallorca para reunirse con su familia a la que hacía siete meses que no veía.