Alcatel 3L hace que pagar poco por un móvil tenga sentido
Si estás dispuesto a renunciar a ciertos privilegios
Vivimos en un mundo en el que la gente asume que hay que pagar un mínimo de 400 euros por un móvil para comprar tecnología decente. En ocasiones no falta razón, pero Alcatel se ha encargado de poner en el mapa un teléfono capaz de sembrar la duda hasta en las mentes más cerradas.
La gran mayoría de usuarios compra su teléfono como una herramienta vital; la comunicación queda toda en manos de WhatsApp y su uso sólo representa un porcentaje del total de horas que invertiremos en el teléfono. La navegación por internet, los juegos y la fotografía, son el resto de pilares que sostienen la compra y no todo el mundo necesita los cuatro pilares en su vida.
Alcatel 3L es un teléfono que cumple y que, como decíamos en el título, hace que pagar poco dinero por un móvil tenga sentido; porque desembolsar menos de 140 euros por un terminal y no echar mucho en falta es un logro en sí mismo.
Alcatel 3L presenta una pantalla luminosa, colores vívidos y buen ángulo de visión que esconde la cámara selfie en un pequeño notch. Evidentemente, queda lejos de la calidad que pueda daros un panel superAmoled de Samsung, por ejemplo, pero la pantalla de este Alcatel 3L, difícilmente corresponde a una etiqueta por debajo de los 150 euros.
En rendimiento el móvil cumple. No vas a volar entre aplicaciones, pero tampoco vas a sufrir. Equipa un chip Helio P22 de ocho nucleos y 4Gb de RAM que son suficiente para que tu experiencia de navegación no se vea comprometida, de nuevo (y siempre) sabiendo lo que hemos pagado por él.
Y por último está la cámara que muy poco te hará pensar que tiene un móvil de 139 euros en la mano. En situaciones ideales, con luz suficiente, podrás poner tu móvil frente al dispositivo de gama media que quieras, y si las condiciones son ideales, en ocasiones te costará encontrar diferencias entre tu foto y la foto que ha sacado tu amigo con su teléfono de 700 euros.
El resumen, como avanzábamos, es que Alcatel presenta un terminal que hará que el público se plantee cuánto está pagando “de más” por ciertos privilegios. Por 139 euros te llevas un teléfono funcional (que no vuela en el uso), acabado con “segundas calidades” (plástico) pero con buen saber hacer, una cámara de 48 megapixels capaz de sacar “fotones” el 80% del tiempo y batería de 4000 mAh para que el ritmo no pare.
Los 139 euros os harán echar en falta el escáner de huellas dactilares bajo la pantalla (aunque se puede vivir del reconocimiento facial sin caer en demasiados enfados y usar el escáner tradicional de la parte posterior del teléfono), la sensación de fluidez extrema en la navegación, el puerto USB-C para cargar el teléfono se echa mucho en falta (que estamos en 2020 y seguimos viendo los Micro-USB en los dispositivos baratos) y por supuesto, la certeza de que, sin importar la hora del día que sea ni la luz que haya, la foto que saques será espectacular.
Con estas señas, uno tiene que decidir cuánto valora su teléfono móvil y, sabiendo que puedes hacer todo con él, qué importancia tiene la cámara y la potencia en tu vida para seguir escalando la montaña de los precios.
Lo que sí podemos asegurar es que por 139 euros no vais a encontrar nada mejor.