A Miguel Ángel Silvestre empieza a pasarle factura el insomnio
“Parece que fumaste algo antes de acostarte”
En estos tiempos tan difíciles e inéditos para muchos, tenemos que aprender a lidiar con nuevas sensaciones y sentimientos que son fruto de una psicosis general creada por la pandemia, una incertidumbre creciente sobre lo que va a ocurrir y un encierro que se prolonga en el tiempo. El coronavirus tiene muchas consecuencias más allá de las sanitarias.
Y en esta situación son muchos los que empiezan a sufrir de insomnio, uno de ellos Miguel Ángel Silvestre. El actor no ha podido dormir muy bien esta noche y ha demostrado que es un hombre lleno de inquietudes y preguntas. La de esta noche habrá dejado a muchos con la boca abierta: “¿Conozco de verdad a mi madre? ¿La conozco de verdad?”.
Se ha preguntado si realmente la conoce. Reconoce que sabe cosas sobre su infancia y juventud, sabe que es una mujer que ha luchado mucho y que ha tenido que reinventarse, pero… es entonces cuando le ha entrado la risa floja: “Se me ha ido de las manos”, reconocía.
Y todo eso entre una risa de esas nerviosas que no siempre es fácil explicar. De hecho, todo esto era sólo un audio. A continuación, se ha dejado ver, no sólo escuchar, en otro vídeo en el que ha continuado riéndose mientras explicaba que todas las mañanas, cuando se levanta, se toma un café con su madre y no podía dejar de reírse cuando se imaginaba preguntándole “¿por qué dices que no me conoces?”.
Una situación realista que él mismo no sabe cómo explicar pero que ha provocado las risas en más de uno, entre ellos, Óscar Casas o India Martínez. “Jajajjjajajaj se te ha ido de buena manera. Me encanta tu impulsividad en las redes. Tu locura es tan real que se agradece como agua en el desierto 😜🎉💕🙌”, aseguraba Elisa Mouliaá.
Jajajajajajajajaja parece que fumaste algo antes de acostarte
Qué pecha a reír!”. “Deja las drogas Miguel Ángel”. “Se nos está yendo la cabeza eeeh😂”. “Cariño te está afectando la cuarentena.... 😅”. Estos son algunos de los comentarios de seguidores que no han acabado de entender las risas que le provoca el insomnio.
Entre esto y las fotos de su desnudo que ha publicado, o el relato de su primera vez, empezamos a pensar que el encierro le está pasando factura.