Ni Kate Middleton, ni Meghan Markle… la hija de Geri Halliwell ha robado nuestra atención en la Commonwealth

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Ayer los focos mediáticos que siguen a las monarquías europeas estaban puestos en la Abadía de Westminster. Allí se congregó la familia real al completo en el que ha supuesto el último acto oficial como senior royals del príncipe Harry y Meghan Markle. Eso ya de por sí, tenía interés.

También lo tenía el hecho de que iba a ser la primera vez en seis meses que volviéramos a ver a los hermanos y sus respectivas mujeres en un mismo acto. Y ya se sabe que la tensión entre ambas parejas es palpable.

Pero ni lo uno ni lo otro es lo que más llamó nuestra atención, ni siquiera los dos modelos en verde esmeralda y rojo que eligieron Meghan y Kate. No, nuestro interés estaba depositado en una joven que, si no hubiéramos visto en compañía de su madre, posiblemente no hubiéramos reconocido.

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Geri Halliwell llegó a la iglesia, para celebrar el Día de la Commonwealth, junto a su primogénita que ya no es tan pequeña como la recordábamos. Bluebell Madonna Halliwell tiene ya 13 años, este año hará los 14 y no dudó en acompañar a su madre y demostrarle al mundo entero lo mucho que había crecido.

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En 2006, la Spice Girl tuvo a su primera hija con el guionista Sacha Gervasi. La relación no cuajó y poco después la cantante comenzó otra historia con el ex piloto Christian Horner con el que acabó casándose en 2015 y con el que tuvo a su segundo hijo.

Pero no es el pequeño de tres años el que nos interesa sino su hija mayor que apareció vestida a juego con su madre en tonos claros. En su caso con un abrigo rosa encima de un vestido con estampado de flores. Bolso negro y zapatos sin tacón.

Lo único que tenemos claro es que la adolescente no besó a ninguno de los príncipes. No por nada, el coronavirus rompió el protocolo y se prohibieron los besos y abrazos. De ahí que viéramos al príncipe Harry darle un codazo a Craig David.