Halsey comparte la prueba que demuestra su entrega total en los conciertos

Halsey está de gira, disfrutando de la entrega y pasión de su público en cada uno de sus conciertos. Ahora se encuentra por el Reino Unido y no puede más que derrochar felicidad.

“Escocia es donde pertenezco, creo. Mi corazón creció 3 tallas cada vez que los hice reír. Mi espectáculo es una montaña rusa. Es mi parte favorita de todo lo que amo de la música”, escribía junto a unas imágenes de su directo en Glasgow.

“A veces es brillante y pop, a veces es etéreo e interpretativo, vulnerable e íntimo, mientras que a veces es aterrador o sudoroso y palpitante, o más grande que la vida cuando estoy a 50 pies en el aire”, seguía explicando en redes sobre lo que suponen sus conciertos.

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“Otras veces estoy literalmente en el foso contigo, sosteniendo tus manos, cepillando tu cabello detrás de tus orejas. Realmente no hay un tipo específico de audiencia o público que considero ideal. La experiencia cambia MUCHO cada noche, lo que demuestra que es exactamente lo que dice ser. Una gira mundial maníaca. Gracias por ser tan abierto”, terminaba diciendo sobre lo que está viviendo.

Y claro, tanta pasión, tanta entrega y tanta montaña rusa, tiene sus consecuencias y esas también las ha compartido. Hemos podido ver cómo quedan sus rodillas después de un concierto. No se puede decir que su entrega no sea total.

Después llegó Londres y la euforia fue similar. “Entradas agotadas O2!!! Santo santo santo. Esta noche fue uno de los mejores momentos de mi vida y carrera. Un espectáculo de 2 horas que pasó tan rápido que podría haber parpadeado y sentir que había terminado. Absolutamente fuera del cuerpo”, escribía.

“Dejé mis tripas en el escenario, lo siento por el equipo que tiene que limpiarlas y lo siento por pasar el toque de queda 🤷🏻‍♀️😈 Necesitaba más tiempo con mi gente... me hacen sentir viva... Londres, gracias, gracias por esta noche memorable. Quiero revivir eso una y otra vez para siempre. Convirtió el O2 en un maldito O7”, añadió totalmente emocionada.

Eso sí, mejor no ver cómo siguen sus rodillas.