Kevin Spacey reaparece con una inquietante felicitación navideña
El actor fue enjuiciado por presuntos delitos de abusos sexuales
Kevin Spacey ha reaparecido después de varios años fuera de la esfera pública debido a la acusación de abusos sexuales que cayó sobre sus hombros. Apartado, execrado, desterrado para siempre de Hollywood. No ha vuelto a trabajar en cine desde que Ridley Scott tuviera que volver a rodar parte de Todo el dinero del mundo para sustituir su personaje por el de Christopher Plummer.
Estas Navidades, sin embargo, Spacey ha protagonizado una dantesca felicitación navideña, en lo que es su segunda aparición pública en muchos meses (la última vez fue a principios de año en Roma, donde leyó un poema de Gabriele Tinti en el Museo Nacional Romano).
"Ha sido un buen año y me alegro de haber recuperado la salud", dice Spacey, vestido con un jersey rojo y blanco navideño mientras hace fuego con leña en una chimenea y mira a cámara fijamente, en una secuencia que parece extraída de House of Cards, con aquellos monólogos de Frank Underwood que rompían la cuarta pared.
"Hice algunos cambios en mi vida y os invito a que os unáis. En este 2020 quiero que se haga más bien el mundo", continúa... y no sabemos si es una broma o lo dice en serio, pero en todo caso resulta inquietante. Más bien parece una burla, una declaración de intenciones de que el actor de American Beauty y Seven acusa al público de haberlo humillado y destruido su carrera profesional, una de las más exitosas de la industria.
"Ya sé lo que estaréis pensando... ¿Esto va en serio? Voy completamente en serio. La próxima vez que no os guste alguien podéis atacarlo, pero también podéis aguardar y hacer algo mejor: matarlo con sutileza". La cámara se acerca a su rostro, sube la música, la cámara enfoca al fuego. ¿Es una metáfora? ¿Trata Kevin Spacey de expiar sus pecados? ¿Se está riendo de nosotros? No lo sabemos, pero su mensaje nos deja con mal cuerpo. Es inevitable.