Taylor Swift, su evolución estética de ayer a hoy
Repasamos cómo ha cambiado el armario de la cantante desde su incursión en el mundo de la música (2006) hasta ahora
Como todos sabemos, la quinta edición de Mad Cool Festival (8 y 11 de julio de 2020) contará con mujeres de bandera como Taylor Swift y Billie Eilish. Con motivo del que será el primer concierto de la diva del country en España —después de más de una década de carrera, ¡ya era hora Tay Tay!—, hacemos un repaso a su evolución estilística desde el que fuera su primer álbum hasta hoy.
Una princesa con bucles
Taylor Swift (2006) y Fearless (2008)
El estreno de la estadounidense en la industria musical estuvo marcada por un estilo capilar que le persiguió durante varios años: la permanente. Su carta de presentación fue su larga melena rubia y ondulada, con maquillaje natural y, por supuesto, los vestidos ladylike —con el tul, los detalles vaporosos y el brilli-brilli como protagonistas—. Como es comprensible, con 16 años todavía no había depurado su estilo —¿quién vestía bien con esa edad?— y, por lo que vemos en las fotos, tampoco su modo de posar… ¡Cuánto daño hizo el brazo en jarra!
Era la época de Love Story.
Bangs!
Speak Now (2010)
A partir de su tercer álbum, la cantante de country optó por dejarse flequillo, la que sin duda sigue siendo su mayor seña de identidad. Por entonces, lo acompañaba con una melena —todavía larga— lisa o con coleta, smokey eyes y labios naturales. Y en cuanto a su manera de vestir, Swift continuaba con sus vestidos de corte clásico, digno de su título de America's sweetheart.
Un toque retro y red lips
Red (2012)
Con sus 22 años también llegó su madurez estilística. Por entonces, ya se comenzaba a entrever en lo que se acabaría convirtiendo —en lo que a moda se refiere—. Hasta que llegara Reputation, el guardarropa de Taylor se llenó de prendas de estilo vintage: shorts de corte alto, faldas plisadas, camisetas marineras, diademas, sombreros —como su inseparable bombín negro—… Todo ello aderezado de bien de rojo de labios y mirada felina. ¡Adiós, sombra de ojos. Hola, eye liner!
Era la época de 22. Mira el vídeo para más inspiración.
Cortar por lo sano
1989 (2014)
Este es el año que marcó toda su carrera, se convirtió en la reina del pop, la crítica musical por fin la tenía en cuenta —por favor, especial mención a esta parodia de Saturday Night Live— y se rodeó del mejor girl squad ever. ¿Quién no recuerda Blank Space, Shake It Off o Bad Blood con Selena Gómez y su ejército de guerreras? En este momento, con su corte de pelo dejaba atrás su etiqueta de diva del country y combinaba su look fifties en la calle con su amor por los crop tops sobre el escenario.
Demasiada perfección
En el impás entre 1989 y Reputation, Taylor Swift se convirtió en la Gwyneth Paltrow o Anne Hathaway de la música. Demasiada perfección. Nunca un mal gesto, el pelo siempre perfecto… De hecho, sus salidas del gimnasio se convirtieron en un meme. Y se escribieron muchos, pero que muchos artículos al respecto.
Black side
Reputation (2017)
Sin duda el 2017 para Taylor se puede resumir en la venganza pública contra Kim Kardashian y Kanye West. La tierna niña del country “moría” —“I'm sorry, the old Taylor can't come to the phone right now”— para dar paso a una tough girl, vengativa. Y como era de esperar, su guardarropa le acompañó en esta nueva travesía: sudaderas, camisetas de bad ass y una tenebrosa paleta cromática.
Vuelta al color
Lover (2019)
Después de dos discos manchados por el rencor, la cantante lanzó Lover, un álbum más positivo, optimista y, como bien dice su nombre, movido por el amor.
Esta faceta multicolor también ha marcado su modo de vestir y los colores alegres y el brilli-brilli por fin vuelven a su armario.