Quién es Soleá Morente y 6 canciones para conocerla
Uno de los rostros imprescindibles del flamenco actual
Hablar de ella es hablar de una larga tradición artística familiar. Soleá Morente, con un apellido que no deja lugar a dudas, es hija del cantaor Enrique Morente y de la bailaora Aurora Carbonell. El arte corre por sus venas, al igual que por las de sus hermanos, Estrella y José Enrique Morente. Sin embargo, más allá de deslumbrar por quién es, conquista por lo que hace. Aunque su nombre verdadero es Soledad, elegir un palo flamenco como carta de presentación ya es en sí toda una declaración de intenciones.
Con un sonido nuevo, sin miedo a la fusión, Soleá Morente forma parte de la nueva generación de artistas que parecen no tener miedo frente a ninguna mezcla posible entre estilos. Una cantante que no se llama a sí misma cantaora, pero sí flamenca y rockera. Así, ella arriesga y deslumbra. El Premio Artes y Letras Fundación Princesa de Girona le avala, así como exitosas puestas en escena en festivales de renombre como el FIB 2019 o el Bilbao BBK Live. Todo ello sin dar la espalda a la tradición en ningún momento, con sevillanas, fandangos y tangos entre su repertorio. Ahora, presenta su último single bajo el título No Puedo Dormir, estrenado hace una semana y que constituye el primer adelanto del que será su nuevo y tercer disco Lo Que Te Falta, el cual se espera vea la luz en el próximo año.
Canciones para conocer a Soleá Morente
Una canción bajo la formación Los Evangelistas, cuya motivación no era otra que homenajear al padre de la vocalista: Enrique Morente.
Fue el primer adelanto de su debut en solitario con el álbum Tendrá Que Haber Un Camino.
Una de las canciones más populares de Soleá Morente por pertenecer a la banda sonora de la película Toro, protagonizada por Mario Casas, que también aparece en el videoclip, Luis Tosar, José Sacristán e Ingrid García Jonsson.
Uno de sus más reconocidos es Baila conmigo, presentado hace aproximadamente un año. Un sonido pop con un toque electrónico que recuerda a Camela pero con tintes ochenteros culpables de que, a la vez, bien podría haber salido de la movida madrileña o de la mismísima discografía de Mecano.
Flamenco con esencia indie, una pizca de trap y un toque ochentero dan como resultado del cóctel una canción auténtica como ella sola.