La clave para que una pareja funcione: una relación abierta
Nuestros andayeros parece que lo tienen claro
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Hoy en Anda Ya nos ha surgido un debate gracias a una de nuestras andayeras. ¿Os habéis planteado alguna vez daros “carta blanca” con vuestra pareja? Es decir, tener libertad un tiempo que los dos fijáis, todo de mutuo acuerdo, y volver luego sin pedir explicaciones. En resumen, que cada uno haga lo que quiera durante un tiempo. Aquí tenemos un ejemplo:
“Le he pedido un tiempo a mi pareja durante un mes porque estábamos agobiados y mal. Simplemente fue para ver cómo estábamos el uno sin el otro, y la verdad es que nos ha funcionado y nos ha ido mucho mejor”.
En este caso lo que ha podido ocurrir, es que, tras darse ese mes, con su fecha de vuelta fijada, ninguno de los dos se ha comido un colín y han vuelto a estar juntos, porque tras la emoción de pensar que tenían un mes para petarlo, no han ligado ni con las piedras…
La otra opción es que no se han contado nada, que a veces es mejor no saber. Quizás los dos han vivido alguna aventura, o solo uno de ellos pero, como dice el refrán, ”ojos que no ven, corazón que no siente”.
Nosotros hemos querido investigar para ver qué beneficios son esos de los que habla esta andayera. En primer lugar, este tipo de experiencias aportan más variedad a la pareja, en todos los sentidos. Lo que experimentan fuera de la relación pueden llevarlo luego a casa como si fuese una nueva lección.
Además, estas relaciones se fortalecen, confían más el uno en el otro ya que sienten la libertad de contarse todo y sin reprimirse. Eso sí, siempre respetando a la pareja con la que comparte este beneficio. En definitiva, es una forma de volver a encender la llama.
Para los que ya estén convencidos deben tener en cuenta que todo tiene sus contras. Puede generar que la pareja empiece a retarse para ver quién llega más lejos, y esto puede ser muy peligroso. Además, el roce con otras personas puede hacer que nos despistemos y dejemos de pensar en nuestra pareja estable. En definitiva, podemos encontrar el amor y dejar de interesarnos en nuestra pareja.
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