‘El cura del crossfit’ cada día tiene más seguidores en redes
Y puede que tenga mucho que ver su parecido a Chris Hemsworth
Pocos son los que pueden decir que Chris Hemsworth no les parece un hombre atractivo. Lo es y todo el que se parezca a él, también, aunque sea sacerdote, que ser un hombre de Dios no es impedimento para ser todo un sex symbol.
Y si te están preguntando a qué viene todo esto, tranquil@, que hay una explicación. Últimamente, está triunfando en redes Oskar Arngarden, un sueco de 35 años que tiene un cuerpo muy esculpido por el crossfit y no duda en compartirlo en sus redes sociales.
Su imagen nos recuerda al Thor del marido de Elsa Pataky aunque hay una gran diferencia entre ellos. El sueco está casado pero con Dios. Es un pastor luterano desde hace 8 años y en su muro podemos ver tanto fotos de sus duros entrenamientos como de sus momentos litúrgicos.
Tiene ya más de 100.000 seguidores y subiendo. Su Iglesia debe ser una de las más visitadas en su país y es que ser todo un influencer llena sillas. Y, desde luego, él no duda en lanzar su mensaje a través de textos de lo más inspiradores y motivacionales.
“La gente está entusiasmada con los logros porque aprendimos que nuestro valor reside en nuestro éxito. El anhelo de ser aceptado y amado se cumple al tener éxito y ser exitoso. Y nunca podremos lograr la comparación ideal, por lo que se invierte en ello mucho tiempo. Como sacerdote, la tarea fantástica será decirle a la gente que: ¡Ya eres aceptado! ¡Ya eres amado!... Hagas lo que hagas, ya tienes un valor inviolable”, escribía recientemente junto a una de sus fotos.
No todo ha sido fácil en su vida y no ha dudado en compartirlo con sus fieles para servir como ejemplo. “¿Por qué tenemos tanto miedo de hablar sobre lo que duele? Durante mucho tiempo me sentí mal, pensé que se iría si lo dejaba pasar (no, el tiempo no cura todas las heridas). Después de un tiempo, la vida comenzó a no tener sentido. Estuve triste la mayor parte del tiempo, pero realmente no sabía por qué”, compartía en sus redes.
“Había momentos en los que no me levanté del sofá, sino que simplemente me quedaba mirando. Mi autoimagen era que podía manejar todo yo solo, todas las penas, todas las dificultades. Así que pensé en mí por mucho tiempo. Hasta el día en que me di cuenta de que en realidad no podía. Necesitaba ayuda! Se hizo extremadamente difícil admitirlo, pero solo entonces pude acercarme a cualquier posibilidad de curación”, añadía. Y todo para animar a la gente a que comparta sus problemas, a él le fue bien.
Con curas como él seguramente a muchos les resulte más fácil convertirse en creyentes.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...