El bikini que cuesta poco más de un euro revoluciona el Reino Unido
¿Lo comprarías?
![](https://los40.com/resizer/v2/OYORD7DIAROIFNC2SWPVT7YPBQ.jpg?auth=576d07e33d65520c5045f6dedd6ddf4cd45d1dd94e11ef94b242d832071b4321&quality=70&width=1200&height=544&smart=true)
@missguided / Instagram
¿Comprarías un bikini por 1,20 euros? Es una pregunta que antes de contestar debería hacerte reflexionar. En seguida nos sale decir que sí porque el precio es bastante tentador pero, tal vez, antes habría que hacerse algunas preguntas sobre el porqué de ese precio tan económico.
La marca británica Missguided, publicó su oferta y, en seguida, el bikini se agotó. Eso sí, las redes se llenaron de críticas a la iniciativa.
“Aunque estoy seguro de que un bikini de 1£ es tentador, fomenta el consumo excesivo y se ha demostrado que es perjudicial para el planeta. Además, no hay manera de que esto sea producido éticamente a ese precio. ¿Dónde se está haciendo tu ropa? ¿Cuáles son las condiciones bajo las que están trabajando sus trabajadores? Por favor, informe a sus clientes del verdadero costo”, decía un usuario.
“Tal vez sea 1£ para los clientes del primer mundo, pero ¿cuánto costó en mano de obra humana no ética, las necesidades no satisfechas de los empleados que lo hicieron, las prácticas de fabricación insostenibles y la degradación ambiental?”, añadía otro.
“Nos faltas al respeto ofreciendo nuevamente un bikini de 1£; Esto es desagradable. Ya que tienes la audacia de publicar esto, cuéntanos dónde se hizo, dinos quién lo hizo, cuéntanos cuánto les pagaron, cuéntanos de dónde provienen los materiales y cuéntanos por qué estás arruinando la Tierra”, podíamos leer en los comentarios. Y así uno tras otro.
Se ha abierto nuevamente un viejo debate que nos hace pensar de dónde viene la ropa que compramos. Esta campaña llegó, además, justo cuando el gobierno de Reino Unido rechazó las peticiones de un impuesto de 1 centavo sobre los productos de moda para hacer frente al impacto de la industria en el medio ambiente.
El director de calidad de productos y suministros de base de Missguided, Paul Smith, acudió a Retail Week para exponer que creía que estaba mal “demonizar la democratización de la moda” y que “la sostenibilidad y la ética van más allá de un bikini que cueste una libra”.
Explicó que sacar un bikini por una libra suponía pérdidas para la empresa pero que era una estrategia de marketing que al final resultaba rentable. Y añadió que el 30% de su producción era local.