Amparo Llanos: “Para que te lleguen a considerar una artista, si eres mujer tienes que perseverar mil millones de veces”
Aboga por la sororidad entre cantantes
¿Alguna vez, siendo hombre, has intentado comprar una camiseta de Blondie, Patti Smith o PJ Harvey? Nuestro compañero Miguel Ángel Bargueño lo ha hecho y se ha encontrado con la lamentable realidad de que no pudo conseguirlo “porque empecé a buscar y las que había eran para chicas que no sólo difieren en la tallas sino que son más entalladas”.
Bargueño acaba de publicar Las chicas son rockeras, un libro que da un repaso histórico al papel que ha jugado la mujer en la industria musical desde la explosión del rock & roll en los años 50, abriendo el abanico a todos los géneros que se han ido sucediendo después.
Tras la experiencia de las camisetas, el autor llegó a la conclusión de que “parece inconcebible que un hombre sea fan de una mujer y eso es lo que aborda este libro”.
Pero que nadie espere un libro feminista y combativo en la tendencia de los tiempos que corren, más ahora, de cara al 8 de marzo. “Parto de un punto de vista optimista porque pienso que las mujeres en la música están viviendo el mejor momento. No es la posición idónea porque en ninguna de las facetas de la sociedad la tienen pero es un buen momento. Esa visibilidad que ahora tienen, antes no la tenían”, asegura.
El libro recoge la idea de que una vez que surgió la industria, se hizo un reparto de papeles “y como reflejo de la sociedad, la industria musical dictaminó que los hombres tenían ese poder como para crear, subirse a un escenario, resultar transgresores y que las mujeres fuera las consumidores, las fans”.
Y aunque el grosso de estas páginas está dedicado a la escena internacional “el rock español tiene un capítulo aparte con ese concepto de rock en el sentido más abierto. Quise empezar con lo más actual, con el fenómeno de Rosalía o la canción Lo Malo y, a partir de ahí, pasamos a las chicas YeYé, cantautoras de los 70, las chicas de la Nueva Ola y terminamos en el rock alternativo donde Dover tiene un papel definitivo”.
Amparo Llanos, una chica rockera
Precisamente Amparo Llanos, guitarrista y compositora de Dover y ahora también vocalista de New Day, el grupo con el que el próximo 1 de marzo publicará su álbum Fever, no quiso perderse la presentación de este lanzamiento para compartir su experiencia como mujer en la industria musical.
“Yo creo que cuando Cristina y yo empezamos con Dover no éramos conscientes de cómo funcionaban las cosas porque éramos nuevas. Y si tienes suerte como tuvimos nosotras que, en 4 o 5 años, tuvimos mucho éxito e interesábamos muchísimo, en ese primer momento, pensábamos que, ‘si realmente querías, podías hacerlo’. La que quería podía coger una guitarra y hacerlo. Luego te das cuenta de que hay muchas cosas involucradas y no es tan fácil como ‘la que quiere puede’”, admite.
Para la estructura patriarcal todo lo que haga la mujer tiene que ser circunstancial. Amparo Llanos
Empezó a ser más consciente una vez estaba ya dentro de la maquinaria. “Primero es una percepción, no eres capaz de articularlo, ponerle nombre… te das cuenta de que hay trabas, que de repente, lo que hacía un año y medio era maravilloso, de pronto te empiezan a cuestionar en muchas cosas, todo es más difícil. A medida que pasan los años cada vez te lo ponen más difícil porque para la estructura patriarcal todo lo que haga la mujer tiene que ser circunstancial”, explica.
Al final es una cuestión de dejar huella o no, “si no deja huella no hay tradición, parece que la siguiente chica que coge una guitarra va a parecer que es la primera vez que una chica coge una guitarra porque no sabe que había otras antes”.
Está claro que las mujeres lo han tenido y lo siguen teniendo más complicado, como en muchos otros sectores. “Para que te lleguen a considerar una artista, si eres mujer tienes que perseverar mil millones de veces y demostrar que estás ahí para quedarte porque si no, en cuanto te despistas un segundo…fuera”, confiesa.
Cuestión de referentes y sororidad
En este punto Bargueño puntualiza que “si el libro resulta inspirador para una chica joven que le gusta el rock y sueña con coger una guitarra y ve que hay cantidad de historias, sería fantástico”.
Al final, es un libro que pretende poner en valor los referentes femeninos de la música. “Me empezó a interesar la música porque con 12 años vi unas imágenes de los Beatles en televisión y dije ‘eso es lo que quiero ser’. Me entró una emoción que todavía no se me ha pasado”, relata Llanos, “pero tuve que usar un referente masculino. Cuando yo tenía 12 años, en el setenta y algo, a mí no me llegaban, no me llegaba Joan Jett y creo que es importante que haya tradición”.
Y no sólo eso, Amparo Llanos apuesta por la sororidad entre las mujeres que se dedican a la música. “Fulanita quiere salir en pelotas subida a una bola, que lo haga, no la critiques. Que cada una haga lo que quiera sabiendo que estamos ahí para ayudarnos y arroparnos”, señala en cuanto al apoyo que deben darse unas a otras.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...