El último concierto de los Beatles, en la azotea de Apple, cumple 55 años
En la cima, esta vez de su edificio, los cuatro de Liverpool decidieron hace más de medio siglo cerrar el final de su fructífera carrera con un concierto en las alturas
Los cuatro de Liverpool ya habían decidido dejar de actuar en 1966, completamente sobrepasados por la beatlemanía creada a su alrededor y las expectativas puestas en un grupo cuya unidad hacía aguas. Paul McCartney no quería rendirse, quería que la última actuación de los Beatles fuera recordada para siempre, algo para recordar. Y lo consiguió.
Las sesiones de lo que iba a ser el nuevo disco de los Beatles, que iba a titularse Get Back, empezaron con el nuevo año, en 1969. Las condiciones de grabación no eran las más adecuadas, y los ánimos entre los componentes del grupo estaban más y más caldeados, con fuertes discusiones internas. Solo McCartney parecía decidido a seguir adelante y sacar a la venta un álbum con calidad, mientras John Lennon pasaba junto a Yoko Ono uno de sus peores momentos por las adicciones que arrastraba y George Harrison era menospreciado por el resto de sus compañeros, que no le apreciaban como compositor.
Todo este clima hostil desembocó, el 10 de enero, en una enorme discusión que acabó con Harrison fuera del grupo. Con esta grave consecuencia vino otra, que fue el traslado de las sesiones de grabación a los estudios que los Beatles tenían en su empresa, Apple, en la calle de Savile Row de la ciudad de Londres
El desierto del Sahara, las pirámides de Egipto, un anfiteatro romano y hasta el transatlántico Queen Elizabeth 2 fueron algunas de las alternativas que pasaron por la cabeza de los Beatles para celebrar ese último concierto que se habían empeñado en celebrar antes de despedirse para siempre como grupo que marcó varias épocas. Todo valía con tal de pegar el último y efectivo golpe de efecto, pero también era una hazaña imposible, pues los músicos prácticamente no se hablaban entre ellos.
Ringo Starr: “Había un plan para tocar en vivo en algún lugar, nos preguntamos dónde podríamos ir, el Palladium o el Sahara, pero habríamos tenido que llevar todas las, así que decidimos tocar en el techo”
La cuestión acerca de dónde, cuándo y cómo se iba a hacer el concierto se debatió desde los primeros días de las sesiones. Finalmente, después de un fuerte debate, eligieron la azotea de su corporación. ¿Por qué tener que molestarse con los preparativos cuando el grupo puede subirse al tejado del edificio donde trabajaban, enchufar los instrumentos y ponerse a tocar allí mismo?
A la hora del almuerzo del 30 de enero, los Beatles tocaron el que era el primer concierto desde la gira americana hecha 1966 y el que sería el último de su carrera. La banda tocó hasta que las quejas de los vecinos de la zona llevaron a la policía a poner fin al concierto. Algunas de las canciones que interpretaron se incluyeron en el disco Let It Be, como One After 909, el primer tema que John Lennon y Paul McCartney habían compuesto juntos cuando comenzaron esa bonita y ahora resquebrajada amistad hacía 17 años.
Sin embargo, cuando tomaron la decisión no tuvieron en cuenta un dato trascendental: el clima. En esa tarde de pleno invierno los termómetros marcaban 7 grados en la ciudad de Londres. Era tanto el frío que entre canción y canción Lennon exclamaba que no sentía los dedos, y tanto él como Ringo Starr tuvieron que usar abrigos de mujer, de sus respectivas parejas.
El recital duró aproximadamente 42 minutos y fue interrumpido por la policía, que se presentó en el edificio debido al ruido y a los problemas que había causado en la calle, pues no dejaba de ser un concierto gratuito de los Beatles. Al final, y poco antes de que los micrófonos fueran desconectados, John Lennon alcanzó a decir, bromeando: "Me gustaría dar las gracias a nombre del grupo, y de mí mismo, y deseo que hayamos pasado la audición".
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic