Poppy, el fenómeno más freak de Youtube, se une a Diplo
Lanzan 'Time Is Up' y suena muy bien
Poppy es uno de los fenómenos más inquietantes e ilógicos de Youtube. Si no nos crees, basta con que te des una vuelta por su canal para comprobar para darte cuenta de ello.
En sus vídeos, Poppy – que no nos queda muy claro si es un robot, un alien o un ser de otra dimensión- nos muestra su vida en un mundo virtual, dando a entender que no existe en el mundo real. Vamos, que el canal de esta chica da para el guion de una película de Chritopher Nolan.
Detrás de este personaje se encuentra Moriah Rose Pereira, una joven estadounidense de 23 años que empezó en 2014 en Youtube. Gracias a su extravagancia, no tardó en viralizar sus vídeos. ¡Y no nos extraña! Tienen algo que atrapan.
Una vez que ganó fama como youtuber, Poppy aprovechó para hacer lo que realmente quería: lanzar música. La artista reconoce que empezó a escribir música en 2012. Tres años después, cuando Poppy ya era un fenómeno de internet, la discográfica Island Records se fijó en ella y no tardó en lanzar su primer single: Lowlife.
Poppy mezcla diferentes tipos de géneros y sus canciones beben de la música disco, de la electrónica y del pop. Incluso podemos escuchar referencias al reggae en algunos de sus temas. De hecho, Poppy describe sus canciones como “música que te hace querer gobernar el mundo”.
Por supuesto, su voz y su peculiar personalidad no han pasado desapercibidas por otros artistas de la industria. De hecho, el mismísimo Diplo ha querido colaborar con ella. ¿Y qué han lanzado? Time Is Up, ¡todo un temazo!
Con una base electrónica que lleva la firma del famoso DJ, el tema funciona de maravilla. Además, la canción ha sido lanzada junto a un videoclip bastante interesante. En él vemos a Poppy en una cama conectada a unas pantallas a través del cerebro. Una estética que nos recuerda a la etapa Monster de Lady Gaga.
Time Is Up es el primer single del próximo álbum de Poppy –porque, aunque posiblemente no los sepas, ya ha lanzado dos-, el primero que saca bajo su propio sello: I’m Poppy.
No hay duda de que Poppy ha sabido rentabilizar su propio fenómeno demostrando que el éxito, muchas veces, se encuentra en la diferencia.