El mal rollo de los premios Gamelab
Un estudio les acusa de 'falta de ética'
La celebración de Gamelab 2018 que incluía la entrega de los Premios Gamelab a los mejores videojuegos españoles del año en colaboración con la Academia Española de las Artes y las Ciencias Interactivas no ha terminado del todo bien.
En un artículo publicado en El País el estudio Mercury Steam se queda de una "falta de ética inaceptable" por parte del jurado de Gamelab a la hora de entregar los premios, circunstancia que provocó que ninguno de sus miembros subiera a recoger los dos galardones que les fueron otorgados en esta edición.
Este reputado estudio español está detrás del desarrollo de Castlevania y del más reciente remake para Nintendo de Metroid. Precisamente con Samus Returns consiguieron los dos galardones pero su malestar vino por el otro título que optaba a premio: Raiders of the broken planet.
Siempre según palabras del estudio que recoge el citado diario, Mercury Steam acusaría a Gamelab de no haber utilizado más que dos de los quince códigos que envió al jurado para que valorasen el mencionado juego.
Otros estudios han denunciado esta misma situación que supondría que los jurados deciden los premios sin probar los juegos. Sin embargo Iván Lobo, fundador y presidente del Gamelab ha contestado que el jurado, formado por 6 mujeres y 5 hombres, "pueden haber jugado ya a los juegos, comprarlos / descargarlos por su cuenta o utilizar los códigos que les pasan".
Las explicaciones no convencen al estudio: "Creemos que sencillamente han apartado a nuestro juego de los premios, por las razones que sean y que no se han dignado ni a jugarlo". Ante esta circunstancia toda la representación de Mercury Steam presente en la ceremonia de entrega de las populares Pulgas de Gamelab se negó a subir al escenario a recoger los galardones concedidos a Metroid Samus Returns, algo que tuvo que realizar Victor Junquera en representación de Nintendo España.
Más allá de quién pueda tener razón o que no haya habido una correcta decisión por parte de unos u otros, lo que queda claro es un evidente malestar en la industria que esperamos que se solucione pronto por el bien del videojuego español.