Kirby Star Allies. ¡Por los viejos tiempos!
Un clásico-básico que saca todo el brillo de Nintendo Switch.
La almohadita rosa más famosa del panorama consolero ha vuelto a Switch para recordar a los jugadores que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Lo que ha funcionado siempre es lo que funciona en Kirby Star Allies y lo que hace que en el 2018 sea un juego especial.
Todo lo que recordáis de Kirby sigue vigente aquí; puede inflarse con aire y volar por la pantalla, tirar ese aire a los enemigos para deshacerse de ellos; o absorber a los enemigos para hacerse con sus habilidades y continuar valiéndose de las mismas.
De esa forma, Kirby puede blandir una espada, manejar fuego, hielo, electricidad o convertirse en mago y, por primera vez en la franquicia, convertirse en artista para dibujar enemigos para contra-atacar o crear telas de araña para atraparles, entre otras cosas.
Lo de ‘Star Allies’ no está puesto en la caja de forma gratuita; gran parte del peso de este cartucho recae en la parte co-operativa, de hecho es esencial; si no tenéis 3 amigos cerca que os acompañen en la aventura, la inteligencia artificial de Switch se hará cargo de vuestros compañeros, que serán enemigos a los que hayais convertido en amigos usando corazones.
Muchos de los puzles básicos de las pantallas y gran parte de los accesos a zonas y objetos secretos dependen enteramente de que haya varios personajes en pantalla y, en ocasiones, personajes con poderes concretos, por lo que podréis cambiar a vuestros acompañantes a voluntad para valeros de las habilidades de unos y otros
Por lo demás, las pantallas son un reflejo del pasado. Por su estructura podrían pertenecer a un buen juego de Super Nintendo; pero gráficamente Switch consigue hacernos babear hasta con la premisa más básica posible. Los escenarios son encantadores, pequeñas maravillas cromáticas que se valen de buenas texturas y una sensación de profundidad muy conseguida.
El único ‘pero’ de este juego, como era de esperar, es su corta duración; y es que podéis acabar con Kirby Star Allies en 7 u 8 horas, y eso perdiendo el tiempo en puzles secundarios y zonas secretas.
Los fans del personaje deben ir a por él sin pensar, y si la Switch es ‘de la casa’, podemos asegurar que el cartucho de Kirby será el favorito cuando llegue el turno de los más pequeños. Para los demás, el juego será igual de encantador, pero es posible que echéis en falta algo más de dificultad o contenido que pudiera haber alargado la aventura.
Una compra más que recomendable, en todo caso.