7 cosas que le ocurrieron cuando borró WhatsApp durante un año
Un hombre cuenta su experiencia
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En la nochevieja de 2016, Knut Traisbach borró la aplicación de WhatsApp de su móvil. No lo hizo para desintoxicarse, sino porque su adorado teléfono Nokia dejó de ser compatible con la plataforma.
Así que, aunque se compró otro smartphone, decidió intentar vivir sin WhatsApp y ahora, más de un año después, Traisbach explica su experiencia en un artículo en el diario británico The Guardian que está causando revuelo en las redes sociales.
El hombre recuerda que con un solo 'click' dejó atrás todos sus grupos de familiares, de amigos e incluso los de padres del colegio de sus hijos. "Durante los primeros minutos de 2017, vi a mis amigos escribiendo en sus teléfonos mientras el mío permanecía inusualmente silencioso", rememora mientras admite que se sintió "raro e incómodo", pero también muy a gusto.
Estas son las 7 cosas que Traisbach ha aprendido durante este año sin WhatsApp.
1-. Volvió a hablar por teléfono. El hombre explica que aquella misma noche sus amigos le llamaron o respondieron sus llamadas. "En lugar de escribir y grabar mensajes, volví a tener conversaciones reales por teléfono", subraya.
2-. Pasó de tener 70 contactos en su lista a sólo 11. "Al principio me sentía aislado y como si hubiese abandonado a amigos", recuerda.
3-. Aguantó el desconcierto del resto. Traisbach subraya que, en los primeros días, tuvo que soportar la extraña mirada incómoda de muchos conocidos, entre enfadados e incrédulos, cuando les explicó que ya no usaba WhatsApp.
4-. Dejó de mirar tanto el móvil. "Después de algunas semanas noté que revisaba menos mi teléfono y no revisaba mi lista de contactos para ver si sus cambiaban la foto", destaca. Y, dice, dejó de poner "hola" a gente para iniciar conversaciones absurdas.
5-. Empezó a leer más.
6-. Se aisló. Y empezó a tener que pedir a sus amigos que le pusieran al corriente sobre lo que ocurría en los grupos de WhatsApp en los que estaba. "Tenía que preguntarle continuamente a mi mujer sobre las discusiones en los grupos escolares de nuestros hijos. Se sintió, lógicamente, molesta cuando se vio obligada a leer 94 nuevos mensajes sobre la próxima fiesta de cumpleaños", reconoce.
7-. Se dio cuenta del valor de los datos personales. "No consideramos nuestros datos como un bien escaso y valioso", advierte antes de subrayar: "Confiamos en que las empresas privadas usen nuestros datos para 'mejorar nuestras vidas', pero apenas podemos reflexionar sobre dónde se las llevan".