Si a Zayn Malik le dio por la comida, a Liam Payne le dio por el alcohol
Las sombras de One Direction
![](https://los40.com/resizer/v2/5G3OYC2K7ZNPXILU4QXFE4LYWQ.jpg?auth=8e07bb41d3c8b74171949e613cf3ad0a330c7c25baa8845277d87de45ab33776&quality=70&width=1200&height=544&smart=true)
Cuando ves a un artista ser nº1, darse baños de masas y recorrer el mundo haciendo caja, se nos olvida que no siempre es oro todo lo que reluce.
Hubo un tiempo en el que One Direction era lo más de lo más y cualquier chico de su edad se hubiera cambiado por cualquiera de ellos sin pensárselo dos veces.
Pero eso es porque sólo veíamos las luces del grupo. Ahora, una vez separados, es cuando, poco a poco, vamos conociendo las sombras.
![En One Direction no todo fueron luces.](https://los40.com/resizer/v2/WTGZSASRX5JYXHUIACPL67GXUM.jpg?auth=97daf4858b4ce040e7c02d1681ec5472db5dc6710b0dde9561397799bde9e817&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
En One Direction no todo fueron luces.
![En One Direction no todo fueron luces.](https://los40.com/resizer/v2/WTGZSASRX5JYXHUIACPL67GXUM.jpg?auth=97daf4858b4ce040e7c02d1681ec5472db5dc6710b0dde9561397799bde9e817)
En One Direction no todo fueron luces.
Primero fue Zayn Malik el que confesó sus trastornos alimenticios mientras estaba en el grupo. “No era como si tuviera alguna preocupación sobre mi peso ni nada de eso, pero me podía pasar dos o tres días seguidos sin comer nada en absoluto”, escribió en su autobiografía, “era bastante grave, aunque en ese momento no lo veía. No tenía control sobre nada en mi vida, pero la comida era algo que sí podía controlar, así que lo hice”.
No fue el único que sufrió, ahora ha sido Liam Payne el que se ha desahogado. Si a su compañero le dio por la comida, a él le dio por el alcohol.
“Pasé por una etapa de alcoholismo y a veces las cosas llegaban demasiado lejos”, ha explicado en The Telegraph, “todos hemos sido en alguna ocasión ese tío en la fiesta que es el único que se lo pasa bien, a menudo, ese era yo”.
Incorporar la bebida de forma habitual en su vida le produjo problemas físicos y mentales. “Llegué a pesar 83 kilos, sólo comía basura y me hacían bromas por mi peso, y eso afecta mucho a la cabeza. No tengo nada que esconder. Éramos bastante irresponsables pero conseguí sacarlo de mí”.
Está claro que pertenecer al grupo más mediático del momento conlleva una presión que no todo el mundo es capaz de soportar y a ellos les pasó factura. “No podíamos ir a ningún lado. Del hotel al concierto y del concierto al hotel. Y nada de dormir porque había gente fuera. A veces necesitas un poco de sol, o un paseo”, relata.
Muchos pensarán que no supieron disfrutar del éxito pero es que su agenda no les daba mucho margen para hacerlo. “No nos parábamos a celebrar lo que habíamos hecho. Recuerdo ganar muchos American Music Awards y rápidamente coger un vuelo. Llegó a un punto en el que el éxito será super fluido. Ni si quiera sé lo que pasó con nuestras canciones, las cantábamos, luego cantábamos otra más Era un trabajo bastante duro. Non-stop”, asegura.