Así se ha convertido Reese Witherspoon en una de las actrices más poderosas
Y no, claro, Una rubia muy legal no ha tenido nada que ver
Reese Witherspoon ha tardado varios años en que Hollywood consiguiera verla sin ese halo de inocencia de actriz cuasi adolescente con el que empezó su carrera.
Ahora tiene 41 años y lejos quedan los papeles que le dieron la fama mundial como el de Elle Woods en Una Rubia muy Legal. Lejos como también queda el Oscar que ganó en 2005 por En la cuerda floja.
En Hollywood el hecho de que tu carrera despegue antes de los 30 tiene el peligro de que sea algo pasajero que condene a la estrella al ostracismo unos años después.
En el caso de Reese Witherspoon no fue así, siempre ha estado presente, pero sí es cierto que sin papeles tan populares como los de sus comienzos.
Buscando roles más interesantes que los de rubia tonta la actriz empezó a trabajar en secundarios con grandes directores y en películas de no demasiado presupuesto. Total, el dinero ya lo había ganado en sus comienzos.
Y, además, se convirtió en productora.
En 2014 empezó a producir películas con su empresa Pacific Standard. Todo normal en actrices con una carrera extensa y grandes ingresos.
Se metió en la producción de Perdida. A le película le llovieron los reconocimientos.
Se metió en la producción de Alma Salvaje. Consiguió su segunda nominación al Oscar.
Se metió en la producción de Big Little Lies. Nicole Kidman o Laura Dern se ofrecieron a darle la réplica en una serie que promete arrasar en los próximos premios Emmy.
Según devuelve internet, también la adaptación de imagen real de Campanilla correrá a cargo de su productora (y la interpretará ella).
Así es como en los últimos tres años y con un trabajo impecable Reese Witherspoon se ha convertido en una magnate de Hollywood.
Ni cuando estudiaba derecho en Stanford como Elle Woods nos lo hubiéramos imaginado.