Clara Lago y Álex González son demasiado guapos.
Ser guapo está bien. Incluso muy guapo. Pero tampoco hace falta pasarse.
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El nivel de hermosura de la pareja actoral ha llegado a ofender a varios colectivos que consideran como una ofensa las muestras de excesiva belleza.
Vale que seas guapísimo o guapísima, yo ahí no me meto... Pero que vayan por ahí juntos restregándoselo a los demás por la cara es ya pasarse.