¿Se ha cargado Vetusta Morla el “indie” definitivamente?
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El año pasado los compañeros de Fuego y Chinchetas de la Cadena SER me “acusaron” de haber fulminado una de las acepciones del indie, en concreto esa que decía que “indie es cualquier grupo que no suene en LOS40”. Meses después y cuando nadie lo esperaba, en la tarde apacible del último día de enero, Vetusta Morla dinamitó el término por completo anunciando un acuerdo de distribución con Sony Music.
Según la nota de prensa, la multinacional simplemente se encargará de fabricar y distribuir las reediciones de los tres discos del grupo, además de hacer lo propio con el cuarto trabajo que la banda ya prepara. El anuncio se esfuerza por remarcar que la banda seguirá editando sus discos a través de su sello, Pequeño Salto Mortal, y que Sony es la que se une a su estructura para hacer crecer aún más a Vetusta Morla a nivel internacional, sobre todo en Latinoamérica.
¿Empezamos a coger piedras para llamar “vendidos” a Vetusta Morla? A mí no me miréis, que desde agosto hago un programa diario en LOS40 y no soy precisamente un tránsfuga. Simplemente este acuerdo ayudará al grupo a centrarse más en su música, ya que teniendo un socio como Sony tendrán una mayor capacidad para colocar su música en cualquier estantería, servicio de streaming o tienda online del mundo. En definitiva, lo que desea todo grupo en esta vida: Tener la posibilidad de llegar al mayor número de gente posible.
Un fenómeno tan grande como Vetusta Morla merecía este paso. Y también es una dulce demostración de que todo pasa por algo (como dice siempre mi madre). Hace diez años fueron muchos los sellos, incluido Sony, que rechazaron publicar las canciones del grupo. Ahora reconvertidos en el mayor grupo de rock español de la última década, es un gran discográfica la que anuncia estar contenta por “poder formar parte de la familia de Pequeño Salto Mortal”, como declaraba José María Barbat, presidente de Sony.
Esa acepción del “indie”, la de grupos editados o distribuidos por sellos independientes nunca tuvo mucho sentido. ¿Los Planetas de Una semana en el motor de un autobús? BMG. ¿Dover después de Devil Came To Me? EMI. ¿Lori Meyers? En Universal desde Cronolánea.
Tampoco tiene lógica que el “indie” esté exclusivamente ligado a lo underground y emergente, y Vetusta Morla hace tiempo que lo derribaron esa visión del término. Y los hechos lo corroboran: Grupos como León Benavente, Supersubmarina, Second o Miss Caffeina triunfan en festivales indies y sus discos han sido publicados por grandes sellos multinacionales. Y la radio, que parecía algo imposible de asaltar, ha empezado a cambiar gracias a la valiente apertura a nuevos sonidos de LOS40.
Vaya por delante el reconocimiento a esos grupos y artistas que aún siguen trabajando autoeditados o con un sello independiente, ya que son heróicos supervivientes que apuestan cada gota de sudor por el talento y el arte. Es gente a la que hay que seguir apoyando y dando visibilidad. Y recordemos: Justo así fue como comenzó la historia de Vetusta Morla.
Y sigo insistiendo: Hace tiempo que vengo diciendo que a estas alturas de la película ya no tiene sentido alguno “encajonar” la música con etiquetas, compartimientos o bandos. Eso sí, desde ayer por la tarde, más de uno lo va a tener complicado para acertar una definición exacta de lo que es el “indie”.