Taburete, la banda del hijo de Bárcenas: o les amas, o les odias
Algunos les consideran el símbolo del "pop pijete". Mientras, llenan salas de conciertos y en marzo actuarán en el Palacio de los Deportes de Madrid.
Se llaman Taburete y el árbol genealógico de sus componentes aparece irremisiblemente en cada titular que protagonizan. ¿La razón? El cantante, Willy, es hijo del extesorero del PP Luis Bárcenas y otro de sus miembros, Antón Carreño, es nieto del ex presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán.
Sin embargo, eso no parece haber sido un obstáculo (¿tal vez, todo lo contrario?) para una carrera que comenzó en 2014 y que hoy se ha convertido en un pequeño gran fenómeno de fans que ha colgado varias veces el cartel de "sold out" y que se prepara, el 16 de marzo, para llenar el Barclaycard Center de Madrid.
Entre sus logros figuran el haber logrado con su pop —en principio, inexperto y dulcemente canalla (también, contagioso)— abarrotar salas en las que se corean a gritos temas como Sirenas. O hacer gala de un sentido del humor que brilla en Internet ("Hacemos electro chotis con toques New Age pero 'tranquilito'", bromean en su Facebook mientras en su web han habilitado un 'Rincón del hater, anticipándose a lo peor).
En el otro extremo, la etiqueta de pijos que se les atribuye tanto a ellos como a su público (muchos destacan que han conseguido que los pantalones de pinzas y los pendientes de perlas entren, al fin, en las salas de conciertos) y que les ha costado, a su vez, estar en el punto de mira de numerosos detractores.
Pero esto último no parece molestar necesariamente a sus seguidores, entre los que se encuentran, por ejemplo, el COMANDO PAN o Comando Pijos a Muerte, que los han adoptado como grupo bandera, según desvelaba una entrevista en El Mundo. Incluso ha propiaciado, tal vez, que rompieran normas.
Si la globalización y las nuevas formas de escuchar música han permitido que nuestro smartphone contenga temas de diferentes pelajes y que los géneros hayan dejado de delatar el estatus social, Taburete ha obtenido el efecto opuesto: que los orgullosos niños bien nacidos después de 1990 se hayan apropiado de sus canciones como una banda sonora de un club selecto. Y eso teniendo en cuenta que su cofundador, Willy Bárcenas, asegura que sus gustos musicales abarcan sonidos tan variopintos como las rancheras y Extremoduro.
¿Tal vez esa segmentación forma parte de su éxito? ¿O tal vez todo este se deba a temas redondos de pop amable, que desprenden relax, y que ya van por su segundo álbum?
Escucha sus canciones y juzga por ti mismo.