Titanfall 2 llega con nota
Tenlo muy en cuenta estas Navidades
La competencia es muy dura para la temporada que avecina, todos muestran sus cartas y cuando quieres darte cuenta las estanterías de las tiendas tienen Battlefield, Call of Duty y, ahora, Titanfall. Muchas billeteras tienen fondo, el dinero no crece en los árboles y hay que elegir, así que queremos contarte porque Titanfall 2 es una excelente elección. Atento.
En primer lugar, para quitarnos lo evidente del camino, Titanfall 2 tiene campaña. Uno de los principales errores de su predecesor fue salir al mercado de forma exclusiva para el entorno multijugador, algo que dejó fuera de combate a muchos amantes de los shooters que necesitan esas pocas horas de juego personal antes de saltar al multi.
Titanfall 2 enmienda ese error y lo hace sacando nota. Tengamos en cuenta que hablamos de Respawn, un estudio formado por excomponentes de Infinity Ward descartados por Activision, así que esta gente sabe lo que hace.
La historia nos pone en la piel de un piloto en pruebas que se ve forzado a entrar en la batalla. En el curso de la misma presencia la muerte de su instructor, un reputado piloto de Titán, lo que hace que el prota se convierte en piloto a marchas forzadas. A partir de ese momento todo va de abrirse camino junto a su Titán descubriendo todo lo que pueden hacer el uno por el otro.
La campaña es un curso de aprendizaje excelente para los que no hayan tocado el primer juego. Nos pondrá al control del Titán tanto como nos pedirá que nos busquemos la vida como humano (siempre equipados con ese jetpack que nos permite caminar por las paredes y efectuar dobles saltos) y lo hará de forma intermitente y racionada, consiguiendo mantener el estímulo de principio a fin.
Además, olvidad esas campañas en las que todo son tiros. La mochilita propulsora del humano hace que la campaña de Titanfall 2 se convierta en ocasiones en una plataforma brutal, saltando entre plataformas móviles o intentando hacer pie en un escenario que no para de cambiar el sentido vertical. Además, las secuencias de tiros como humano tienen un ritmo muy especial; correr por las paredes, derrapar en segada, dobles saltos… todas esas técnicas se interiorizan en pocos minutos y acabamos pegando tiros como verdaderos acróbatas.
Y es entonces cuando damos el salto al modo multijugador. Donde las cosas pierden el control (en el buen sentido de la expresión).
Un campo de combate regido por la velocidad y el movimiento en 360 grados. Donde los titanes suponen un peligro pero la pérdida de pilotos a pie puede acusarse incluso más. Escenarios equilibrados a la perfección, con zonas interiores para asegurar el refugio contra los temidos titanes y zonas exteriores siempre con varios niveles de altura donde vuela la metralla y se enfrentan las máquinas a campo abierto.
Como decíamos, un piloto a pie no supone una desventaja, puede volverse invisible, escalar un titán para darle una descarga eléctrica y moverse con tremenda facilidad recorriendo distancias enormes en tiempo que alguien a bordo de un titán no puede procesar.
La experiencia multijugador de Titanfall 2 es perfecta y, además, no hay season pass, lo que quiere decir que cualquier cosa que salga en el futuro será gratuita, no hay costes ocultos.
Todavía no he tenido la oportunidad de hincar el diente a Infinity Warfare pero, por lo que llevo jugado, difícil va a ser que salga el disco de Titanfall 2 de mi consola. Para mis estándares, cerca anda de ser el shooter perfecto.