Lenny Kravitz cumple 56 años: seis cosas que (quizá) no sabías de él
El músico, por el que parece que no pasan los años, ha probado todos los géneros y disciplinas artísticas
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Lenny Kravitz, durante un concierto solidario en San Francisco, en 2017. / Tim Mosenfelder/Getty Images
Es uno de los grandes artistas incombustibles de la historia. Lenny Kravitz no solo hace música, sino que también ha hecho sus incursiones en la actación, la fotografía y el diseño. A pesar de que parece que el tiempo no pasa por él, cumple 56 años, y lo celebramos con algunas curiosidades sobre el polifacético artista.
1. Salta a la vista: el tiempo no pasa por él.
Lo llaman el héroe del rock negro, el Jimi Hendrix que ha vivido tres décadas más que él, el Bon Jovi que se esconde detrás de sus gafas de sol. Enfundado en sus pantalones de cuero ajustados, sigue manteniendo con su edad la misma energía sobre el escenario que cuando tenía 20. Su atractivo lo han reconocido hasta sus compañeros de profesión. Él lo ha dicho: "Me metí al rock porque me interesaban dos cosas: el estilo de vida de los rockeros y las chicas". Pero Lenny Kravitz ha hecho más que eso.
2. Ha trascendido razas, géneros y estilos musicales.
En realidad es una mezcla de varios géneros: rock, soul, reggae, folk o funk. Y es uno de los pocos que consigue que cada canción sea de un género diferente, característica que al principio de su carrera no le benefició. Las discográficas no querían contratarlo porque su música no era lo "suficientemente negra" o lo "suficientemente blanca". Así que decidió probar por su cuenta. Se metió en el estudio de grabación de un amigo, lo grabó todo a mano y, poco después, cinco de las discográficas más importantes de la industria ya peleaban por contratarlo. Él se decantó por Virgin.
"Me metí al rock porque me interesaban dos cosas: el estilo de vida de los rockeros y las chicas"
3. Es el hombre orquesta.
Compone, arregla, produce, graba todos los instrumentos y es capaz de recrear como nadie el sonido de grupos del pasado. Hay quien compara su ritmo de trabajo al que tenía Prince, Hendrix o David Bowie. Una de sus principales características es su obsesión por retomar el viejo sonido analógico, y por eso siempre utiliza amplificadores de tubo y viejas consolas, para tratar de acercarse al sonido de dos de sus grandes influencias: Jimmy Page y Jimi Hendrix.
4. Ha sido un niño prodigio, pero también un niño con suerte.
Después de componer canciones con las ollas y las cazuelas de su madre, a los 10 años ya hacía versiones de James Brown, de Sara Vaughan y de Duke Ellington, grandes del jazz con los que, además, creció. Su padre, productor de la NBC, era también promotor de jazz e íntimo amigo de los más grandes. El propio Ellington le cantó el cumpleaños feliz al pequeño Kravitz en su fiesta de cumpleaños cuando tenía 5 años. Los padres del niño veían que tenía talento, así que lo llevaban a conciertos de artistas de la Motown y los Jackson 5 se convirtieron en su grupo favorito. Después, en Los Ángeles, se metió en un coro donde cantaba repertorio clásico. Y fue allí, en el instituto de Beverly Hills, donde empezó a escuchar rock. Cómo no: entre sus compañeros de clase estaba Slash y Flea.
5. La influencia de sus padres ha ido más allá de la música.
Su madre, actriz, le metió el gusanillo del cine (y ha participado en varias películas); y su padre, periodista, le metió el de la fotografía, que se ha convertido en su gran pasión además de la música. Le regaló una Leica cuando volvió de Vietnam, a donde se fue de corresponsal con la NBC para cubrir la guerra. Kravitz la guardó en un cajón, pero años después, harto de ser perseguido por paparazzis, trazó un plan: decidió que iba a convertirse en paparazzi de los paparazzis, así que usa su Leica para fotografiar a los que lo fotografían cuando está de gira.
6. Es uno de los cantantes más solidarios de la industria. Ha participado en varios conciertos benéficos, y también ha diseñado su propia marca de zapatillas: por cada par que se vendía, otro par iba destinado a un niño necesitado.