Esto es lo que pasa cuando una modelo publica fotos sin filtro en Instagram
Parece que la realidad es solo bella cuando llega bien retocada
Stina Saunders tomo la decidió de iniciar un experimento, podríamos decir que sociocultural, en su cuenta de Instagram. La modelo pasó tres semanas sin publicar fotografías llenas de glamour y en la que apareciera al natural. Fotografías en las que se depila el bigote, fotografías en las que se le podía ver las imperfecciones de la piel o aquellas de su vida real.
Lejos de atraer a nuevos seguidores la modelo perdió followers a un ritmo de mil por semana. Los comentarios de las mujeres que la seguían, eso sí, no pudieron ser más positivos. Las chicas le agradecían el hecho de haber visibilizado la realidad y de haber mostrado que nadie se levanta por las mañanas maquillada y con los tacones puestos.
A sus tiernos 24 años Stina se ha convertido en una nueva voz en contra de la perfección que las redes sociales imponen como ya comenzó hace algunos días Essena O'Neill (con nefastos resultados, por otro lado). La moraleja de esta historia es que la modelo, finalmente, ha empezado a combinar fotos reales con otras más retocadas, ha hecho pública esa historia y ha multiplicado por tres el número de followers perdidos en followers ganados.