Next, el reality que debería volver
Repasamos este bizarro programa con algunos de sus mejores momentos
Hay programas que quizá en su momento de emisión no tuvieron suerte con los competidores en audiencia o no los supimos apreciar en su más absoluto esplendor. Programas celebérrimos que se han quedado en el olvido y que ¡alguien debería recuperarlos!
Es el caso del dating show Next, auténtica joya low-cost de este género televisivo. El programa es un formato original de MTV, pero en España tuvo su propia adaptación llevada a cabo por la productora Zebra Producciones.
El programa se estrenó en mayo de 2010, en Neox, y ahí estuvo emitiéndose durante dos años, aunque emisiones originales no eran tantas, lo más fueron reposiciones. Hay que decir que no terminó de cuajar en audiencia; en parte por su desacertado horario de emisión, siempre en la franja de antes o después de comer.
Next era simple y barato. Se trataban de episodios de 20 minutos en los que un candidato o candidata esperaba su cita a ciegas con hasta cinco pretendientes que permanecían en un autobús e iban saliendo de uno en uno.
La dinámica era sencilla y suponía un reto: el pretendiente que bajaba del autobús tenía que conseguir seducir al chico o la chica que aguardaba fuera y que no le dijera "next" (traducción real: "contigo no, bicho"), lo que supondría que debería volverse al bus y dejar paso a otro pretendiente.
En esa charla en la que ambos se empezaban a conocer, el tiempo era oro… bueno, hojalata. Cada minuto que el pretendiente consiguiera aguantar sin que le dijeran "next", ganaba un euro. Después, si la chica o el chico aceptaba una segunda cita para conocerse mejor, el pretendiente podía elegir entre llevar a cabo esa segunda cita o quedarse con el dinero (normalmente, no más de 20 euros). Muchos se quedaban con el dinero porque, al ser la cita a ciegas, el físico no siempre era del agrado de los pretendientes. En Next ibas en busca del amor, pero no sabías si quien esperaba fuera o dentro del bus te molaría.
Con todo, lo más molón del programa era el tono espontáneo y gamberro de los jóvenes que participaban (de 18 a 28 años). Si las conversaciones para intentar seducir a la chica o chico no tenían desperdicio, las que mantenían el resto de los otros pretendientes en el autobús mientras esperaban su turno de conquista eran memorables.
En el caso de los chicos, solían darse situaciones de teorías sobre tipos de chicas, métodos de ligar, frases con las que tener éxito en una cita, fanfarroneo entre musculitos… En el caso de que fueran las chicas las que tuvieran que estar en el interior del bus, los cuchillos volaban: todas muy amiguitas, pero en cuanto bajaban del autobús, los comentarios…
Quizá el formato resultaba un tanto repetitivo y suponía un problema el hecho de no ver qué ha pasado con las parejas que sí aceptaron una segunda cita. En este sentido, quizá Next tendría que "copiar" a MyHyV y mantener dos o tres candidatos fijos (el equivalente a tronista) a los que les fueran bajando pretendientes/as del autobús y, en el caso de que hubiese feeling, ver cómo evolucionaba esa relación delante de una cámara.
Al fin y al cabo, al no tener presentador y al aparecer en cada capítulo 6 jóvenes nuevos (el candidato más sus 5 pretendientes), el espectador no acababa empatizando con el programa.
Con estos pequeños reajustes, creemos que Next sería un buen y barato programa de telerrealidad que alguna tele tendría que recuperar.