Jesús Castro, "acojonado" con El Príncipe
El actor debuta en la serie de Telecinco y confiesa algunos secretos sobre su manera de ser
Jesús Castro es un chico humilde y con una cabeza bien puesta. A pesar de que ha pasado de la noche a la mañana a ser uno de los rostros más deseados en cine y televisión, él lo lleva con serenidad y, por el momento, se puede decir que no se le ha subido la fama a la cabeza.
Al menos, eso es lo que se deduce de la entrevista que publica la Cadena SER y en la que Jesús habla de sus dos próximos proyectos, ambos en televisión. El primero es en la serie de Telecinco El Príncipe, en la que debutará en el próximo capítulo -martes 16 de junio- en el papel de Paco, primo de Faruq (Rubén Cortada).
El otro proyecto es en Mar de Plástico, nueva serie de Antena 3 en la que dará vida a un joven machista y racista que se enamora de una inmigrante africana en un pueblo de Almería. Hasta allí se desplazará Jesús en las próximas semanas para rodar los primeros episodios de esta serie que puede estrenarse antes de final de año.
"De ver en tu casa El Príncipe como espectador y ver cómo a tu familia le gusta la serie, de repente, te levantas un día y das los buenos días al equipo, es acojonante. El primer día yo tenía una mezcla entre felicidad y acojone. No sabía qué hacer", confiesa Jesús en la entrevista.
Jesús encara proyectos prometedores sin prisa: no quiere cometer errores, prefiere ir despacio, poco a poco: "Siempre digo que las casas se empiezan por el suelo, es mi forma de pensar: tengo que ir cada vez formándome un poco más, subiendo un poco los personajes. Si tengo la oportunidad de tener algo que esté más acorde conmigo, prefiero no jugármela. Como tengo la oportunidad de elegir, prefiero algo más seguro y seguir mi aprendizaje. Tengo 22 años y no tengo prisa por hacer según qué tipo de papeles. De momento, estoy currando y aprendiendo a la vez, que es lo que quiero"
En la entrevista también desvela aspectos de su modo de entender la vida: "Al final, lo importante es no dejar de ser tú mismo, pase lo que pase. Vas aprendiendo, viendo los fallos que tienes y te das cuenta de que no siempre llevas la razón… Te nutres de los errores, de cosas que te equivocas para no volver a hacerlas. También te nutres de las cosas buenas que te pasan", opina.
Está orgulloso de sus orígenes, se define como un "buscavidas" y de todo lo que era su vida antes de que se cruzase aquel casting en el que resultó elegido para protagonizar la película El Niño, Jesús cree que eso le ha servido para mucho en este mundo de la fama y la interpretación: "La calle te enseña cosas que no te enseña ningún estudio. Te enseña a observar, a estar avispado, a no bajar la guardia, a saber adaptarte a según qué tipo de personas… Igual que eres capaz de mantener una conversación con un hombre trajeado, soy capaz de relacionarme con el más pinta de Cádiz y hablamos en el mismo argot. Eso me mola".
Tiene muy claro que no quiere cambiar su esencia por más que, alrededor de él solo encuentre fama, aduladores y regalos: "A cambio de nada, poca gente te da algo. De una forma u otra, siempre lo acabas pagando […] Yo me rodeo de gente que sé que mira por mí, que no ven al actor ni hostias, ven a Jesús, a quien han visto siempre. Quiero que vean que los trato igual, que sigo siendo igual, igual de gilipollas, que cuando todos comemos sigo diciendo las mismas gilipolleces… Espero que no me tengan que decir nunca que he cambiado".Pese a que su rostro es ahora uno de los más deseados para los medios y para las firmas de moda, Jesús confiesa que no lleva bien todo el tema de posar: "No me siento cómodo en un photocall o con 25 alcachofas [micrófonos] en la boca. Hay algunos o algunas que con eso están en su salsa […]No quiero convertirme en alguien artificial, de esos que llegan a un photocall y se crean un personaje. Yo me creo un personaje si me ofreces un proyecto y me pagas por ello; si no, soy Jesús Castro. En el photocall soy Jesús Castro y si a Jesús Castro le apetece reírse, se va a reír y si no, pues no. Y si le apetece posar o no, pues lo mismo", afirma en la entrevista.
Definitivamente, Jesús es un chico muy de verdad. Si mantiene esa forma de pensar, seguro que llega lejos… aunque a no todos les gustará su franqueza.